¿Una “propina” para expresar el amor de transferencia? Caso clínico de un don secreto
Dmitry Olshansky1
Resumen
A través de una viñeta clínica en la que la paciente entrega una suma de dinero superior a los honorarios pactados, el autor recorre distintas concepciones psicoanalíticas acerca del dinero. Su propuesta va más allá de sancionar si este hecho de la “propina” es adecuado o inadecuado dentro del encuadre. Su análisis con la paciente a partir de este acto permite develar un sentido oculto, sobre la base del cual formula sus conclusiones finales.
I
Rara vez se plantea el tema de las propinas en psicoanálisis porque se da por zanjada la cuestión: el psicoanálisis no es una industria de servicios, no atiende a los caprichos del cliente, su finalidad no es pasar un buen rato, por lo que dar propinas al psicoanalista es inapropiado. Sugerencia:
Sin embargo, como sabemos, el registro imaginario de la psique está involucrado en psicoanálisis; por lo que propongo observar más detenidamente lo que podría estar detrás de este acto. Hay estudios sobre el tema del dinero en psicoanálisis, pero no hay publicaciones específicas sobre propinas.
Por las obras de los clásicos sabemos que el dinero en psicoanálisis es una representación del objeto anal y constituye una herramienta analítica importante. Freud en 1908 fue el primero en señalar que: “Am ausgiebigsten erscheinen die Beziehungen, welche sich zwischen den anscheinend so disparaten Komplexen des Geldinteresses und der Defäkation ergeben.” (Entre los complejos del amor al dinero y la defecación, aparentemente tan dispares, descubrimos, sin embargo, múltiples relaciones) (Freud, [1908] 1984, S. 206). El mismo simbolismo anal del dinero es confirmado por ejemplos clínicos de otros autores (Abraham, 1923; Jones, 1918). Cuando un paciente olvida el dinero de una sesión, o retrasa el pago online, o da más o menos dinero cuando el analista decide subir los honorarios, todo tiene sentido y forma parte del proceso clínico. Сada vez que hay un cambio en los honorarios, vale la pena hacerse la pregunta: “¿Qué significación singular adquiere esto para el paciente?”.
Por otra parte, recordemos que la cuestión de la gratitud es una de las cuestiones centrales de la transferencia analítica. Cuando esta aparece monetizada, bajo la forma de “propina”, requiere un análisis particular. El dinero, como equivalente de las relaciones con los objetos primarios, debe ser siempre considerado como una transición del autoerotismo a la libido objetal. Sin embargo, el excremento es el primer objeto de transición y modo de intercambio entre el niño y la madre, sobre el que Sándor Ferenczi primero llama la atencion y describe en su obra La ontogénesis del interés por el dinero:
Las heces son, además, unos de los primeros juguetes del niño. La satisfacción puramente auto-erótica que proporcionan al niño el empuje y la presión ejercidas por la masa fecal, así como el juego de los músculos esfinterianos, no tarda en transformarse –al menos en parte– en una especie de amor objetal, desplazándose su interés de la percepción intransitiva de algunas sensaciones orgánicas sobre la materia que ha provocado tales sensaciones (Ferenczi, [1914] 1984, p. 269).
Dejar una propina al analista parece ser un recurso al que apela un paciente que no puede expresar o simbolizar su gratitud de ninguna otra manera. Muy a menudo, esto habla de la relación inestable del paciente con el pecho, el miedo a la pérdida y la frustración. En esos casos, la propina puede convertirse en una expresión de ansiedad cuando el paciente reemplaza un objeto a inarticulado con dinero. Intentará hacer frente a la ansiedad y superar la pérdida pagándole más al analista. Entonces la propina pasaría a ser un símbolo de su bloqueo y depreciación de los propios sentimientos, lo cual es paradójico. En cualquier caso, entendemos que con la ayuda del dinero el paciente expresa lo que no puede expresar con palabras, no puede hacer parte de su historia.
Por ejemplo, Brenda Berger da ejemplos clínicos de su imposibilidad de aumentar los honorarios dado que la paciente lo vivía como una pérdida de su sensación de seguridad y autoestima. Las fantasías de explotación plantearon a la analista la cuestión de la contratransferencia. Esto sugiere que la paciente no podía sentirse apoyada por el pecho bueno de la analista, y que esta fracasó en su posibilidad de crear adecuadamente un espacio transicional seguro. Esto sugiere que la paciente no tenía apoyo en el pecho bueno y la psicoanalista fracasó en crear en forma adecuada un espacio de transición seguro (Berger, 2019, p. 575).
Los analistas lacanianos ven el dinero no solo como un objeto anal, sino como un significante que remite a algún significado (Arnaud, 2003; Nobus, 2013). Todo significante remite a otro significante, por lo que debemos buscar no sólo un pensamiento reprimido o un sentimiento bloqueado, sino otro significante que sea sustituido por el dinero. El paciente quiere articular algo en palabras, pero traduce este mensaje al lenguaje del dinero. En este caso, la tarea del analista es escuchar el significado de este enunciado y permitir que el paciente transcriba su mensaje en lenguaje hablado.
II
Hubo un caso así en mi práctica. Después de la sesión, la paciente dejó el dinero sobre la mesa y se fue, pero solo cuando conté el dinero me di cuenta de que había dejado 500 rublos extra. Al día siguiente le pregunté por qué me pagaba más. Ella respondió: “Hiciste un muy buen trabajo y te dejé una propina”. Le di las gracias por esto, pero le dije que le devolvería el exceso. Cuando vio que le devolvía la deuda, se enojó y se puso furiosa, saltó del sofá, comenzó a gritarme, dijo que era un formalista insensible y cruel, salió corriendo de la oficina y dio un portazo.
Para comprender este incidente, debo retroceder un poco y hablar sobre la trama de su síntoma. Ella vino a mí un mes y medio antes quejándose de su madre, que era fría y distante, nunca interesada en su vida. La paciente describió a la madre como una persona extremadamente egoísta e histérica que nunca quiso tener hijos y la dio a luz simplemente porque la sociedad soviética requería que una mujer diera a luz a un niño y una niña. Al mismo tiempo, la propia paciente dice con orgullo que tiene tres hijos y todos son varones. Desde los primeros sonidos se adivina la melodía de su competencia con su madre.
Ella cuenta en detalle cómo su madre era una tirana en la familia, no toleraba ninguna objeción, subordinaba a su esposo e hijos a su voluntad. Ninguno de los miembros de la familia tenía ningún antídoto contra la ley de la madre. La madre siempre obligaba a la paciente a ir solo a aquellas clases extras que la madre quería. Y así trató de realizarse a través de los niños. Y solo cuando la propia paciente dio a luz a niños y se convirtió en madre, pudo escapar de la mazmorra de su madre, “y ahora tengo algo que oponerle”, dice, como si usara a los niños como fortificaciones defensivas contra su madre. Llama la atención la ausencia total de hombres y la ley paterna de separación en este universo femenino, aunque todas tienen familias completas. En la historia de la paciente, su padre a menudo se fusiona con la madre, repitiendo sus palabras y siguiendo sus deseos, como si no tuviera su propia opinión o argumento. En su historia, no pude escuchar una sola voz del deseo del padre.
Cuando le pregunto por su padre, responde con desdén que él nunca tuvo una opinión y que simplemente repetía palabra por palabra el punto de vista de la madre. Por lo tanto, la paciente no tiene más remedio que utilizar a sus propios hijos para separarse de su madre. No es de extrañar que en su familia ella repita el mismo escenario: el esposo de la paciente era tan débil de voluntad y sin carácter que nunca tuvo su propia opinión, entonces tuvieron que divorciarse. Y ahora vive sola con tres hijos. Me parece importante encontrar algo más en su historia que le permita separarse de la madre, además del parto y la competencia fálica con ella: ¿quién dio a luz a más niños?
En una de las sesiones, hago una pregunta sobre cómo la madre la amamantó. Y recuerda que su madre tenía demasiada leche, y ya en el hospital después de dar a luz, comenzó a alimentar tanto a la paciente como a otro niño.
“Me descuidó a tal punto que tranquilamente cambió a otro niño y le dio la leche que se suponía que era mía. Estaba tan orgullosa de sí misma y se consideraba una madre mundial que se olvidó por completo de mí”, se quejó la paciente.
Yo aclaré: “Usted dijo que la madre le dio al otro niño solo la leche sobrante cuando usted estaba bastante llena”-
“Sí, esto es cierto, pero de esta manera mostró desdén por mí y su superioridad”, respondió.
En esta codicia se puede leer fácilmente la envidia de la paciente por el pecho de su madre; ella considera que incluso la leche es suya y le prohíbe a la madre disponer libremente de ella. También es fácil ver que una madre le da una “propina” a otro niño (en el sentido original griego de la palabra “pro pina” = “para beber”), es decir, además de alimentar a su propio hijo, ella comparte la leche con otros.
Solo entonces me quedó claro que los 500 rublos adicionales que ella me dio de propina en secreto eran un símbolo de este exceso de leche materna. Así como la madre alimentó a la paciente en su totalidad y dio el exceso a otros niños, así la paciente me da el excedente, en exceso de la cantidad (plus-de-jouir) que acordamos. Intenta objetivar en dinero ese excedente oral, del que no puede apropiarse. Y encuentra un equivalente simbólico para el objeto a.
Melanie Klein dice: “For his desires imply that the breast, and soon the mother, should do away with these destructive impulses and the pain of persecutory anxiety” (El impulso por obtener evidencias constantes del amor de la madre, aun en las épocas más tempranas, tiene su raíz fundamental en la ansiedad). (Klein, [1957] 1975, p. 180). Fue esta ansiedad la que exacerbé por mi negativa a aceptar una propina. Fue entonces cuando me quedó claro que la paciente me había dado una propina en un intento de identificarse con el pecho bueno de su madre, que produce leche en exceso y puede dar más de lo esperado. Pero le devolví el dinero y así rompí su identificación narcisista. La conexión entre el dinero en análisis y el narcisismo es señalada por Alejanardo Viviani: “O pagamento é essa forma de perda do narcisismo onde o sujeito paga com o que tem para dar lugar à falta em ser” (El pago es esa forma de pérdida del narcisismo donde el sujeto paga con lo que tiene para dejar espacio a la falta de ser). (Vivani, 2014, p. 66).
Sin embargo, vale la pena señalar que la paciente da propinas en secreto, en violación del acuerdo, en contraste con la madre, que le dio la leche abiertamente. Es importante que esto se hiciera subrepticiamente, como si ella temiera de antemano que el regalo no fuera aceptado o fuera depreciado. No hay duda de que este secreto se convierte en objeto del goce (jouissance) de la paciente, el goce de un regalo secreto. Me parece que el hecho de que revelé su secreto aumentó su ansiedad y se convirtió en la causa de su enfado. Devuelvo el objeto a al mundo mental de la paciente sin cortes ni secretos, ella lo percibe como un ataque de un pecho malo. El encuentro con el objeto del goce se vuelve insoportable para ella.
III
Veamos los hallazgos de esta viñeta clínica en el cuadrado clínico: en las relaciones de objeto primarias, en el síntoma, en la transferencia y en la contratransferencia.
En las relaciones de objeto primarias hay un pecho excesivamente lechoso que, sin embargo, no llena y no fuerza al niño con exceso de leche. De los hechos disponibles, me parece que la paciente tenía una madre bastante buena, que podía satisfacer las necesidades básicas del niño, pero no cometía abusos orales.
En el síntoma de la paciente encontramos un deseo de apropiarse de la madre y quitarle el exceso de leche. Como la paciente no hizo esto, está muy ofendida por su madre, devalúa todos sus esfuerzos y quiere privarla de su independencia. Esto dictaba, por un lado, la humillación de la madre, la depreciación de sus dones; por otro lado, la identificación con ella y el deseo de “dar también en exceso”.
En la transferencia ella repite lo mismo conmigo. Un día viene a mi consultorio y ve que la puerta está cerrada. Toca, abro y me pregunta: “¿Por qué cerraste la puerta de mi consultorio?”. Es decir, también está tratando de conquistar y apropiarse de mi espacio, como de los senos de una madre, que no debe compartir con otros niños. Al mismo tiempo, trató de “alimentar” al analista subrepticiamente, transgrediendo el arreglo, y así desempeñar el papel de pecho demasiado bueno. En la transferencia, el analista se convierte en una figura enemiga que no permitió que se diera el don.
En la contratransferencia, el analista se identifica con la ley e insiste en la claridad del encuadre: no hay dinero adicional sin acuerdo mutuo. Este encuentro con la ley paterna es inesperado e insoportable para la paciente, por lo que cae en cólera. Mi acto analítico fue fortalecer la función paterna y así hacer más dolorosa y contractual la relación con la madre. En cambio, mis acciones caen en el síntoma y se cruzan con su goce.
Cada evento en el curso del tratamiento psicoanalítico tiene un significado. Para comprender este significado, es necesario analizar las causas y consecuencias de un acto, y no solo apelar a las normas; “es posible o imposible hacerlo en psicoanálisis”. Un acto no puede ser entendido como un hecho aislado, no es correcto o incorrecto, pero solo en la dinámica del sistema “la relación primaria – el síntoma – la transferencia – la contratransferencia” podemos comprender su significado y consecuencias para el paciente y el curso del tratamiento analítico.
1 olshansky@hotmail.com , graduado del Instituto de Psicoanálisis de San Petersburgo, Rusia
Descriptores: PSICOANÁLISIS / DINERO / HONORARIOS / CARÁCTER ANAL / SIGNIFICANTE / CASO CLÍNICO / RELACIÓN MADRE-HIJA / AMAMANTAMIENTO / PECHO BUENO / TRANSFERENCIA
Abstract
A “tip” to express transference love? Clinical case of a secret gift
Through a clinical vignette in which the patient hands over a sum of money in excess of the agreed fee, the author goes through different psychoanalytic conceptions about money. His proposal goes beyond judging whether this “tip” is adequate or inadequate within the setting. His analysis with the patient on the basis of this act reveals a hidden meaning, on the basis of which he formulates his final conclusions.
Resumo
Uma ‘gorjeta’ para expressar o amor de transferência? Caso clínico de um dom secreto
Através de uma vinheta clínica na qual a paciente entrega uma soma de dinheiro superior ao preço combinado, o autor percorre diferente concepções psicanalíticas sobre o dinheiro. A sua proposta vai além de determinar se esta ação da “gorjeta” é adequada ou inadequada dentro do enquadramento. A sua análise com a paciente a partir desta ação permite desvelar um sentido oculto, sobre a base da qual formula as suas conclusões finais.
BIBLIOGRAFÍA