Orfeo y su salida del enclaustramiento: la música en el inter-juego analítico

Antonia Foti 1

Resumen

A través de la presentación de un caso clínico este trabajo tiene la intención de comunicar y estudiar algunos fenómenos que ocurren en el vínculo analítico, dentro de las coordenadas del par transferenciacontratransferencia. Sobre la base de la ampliación de estos conceptos se describe la función del analista y su técnica.

Desde el pensamiento psicoanalítico contemporáneo se plantean algunos interrogantes que surgen de lo expuesto. Así quedan en tensión algunos conceptos como enactment, la simbolización, lo arcaico, la clínica del vacío, lo representable, entre otros.

No
Las palabras
no hacen el amor
hacen la ausencia…
“De textos de sombra y últimos poemas”.
“En esta noche, en este mundo”.
Alejandra Pizarnik.

Es un paciente que me derivan con un diagnósticode bipolaridad, tiene ataques de pánico y cierta tendencia antisocial, especialmente en relación con el dinero dentro del contexto familiar. Dudo en tomarlo, sobre todo por esto último. Tendría que ser un tratamiento en forma virtual, ya que, por los síntomas que presentaba en aquel momento, no estaba saliendo de la casa;cabe aclarar que además estábamos saliendo de la pandemia. Finalmente me decido a aceptar la consulta porque se dedica a la música; esa idea disipa mis ambivalencias, pienso que puede haber un código común, ya que estudié música mucho tiempo. Así ya me embarco con mi “singularidad real”, como diría Freud en el epílogo de Dora (1893-1895), tema que es desarrollado por Marucco, N. en 1995 y amplía en 2015. Esa “singularidad real” se compone de mi historia, mi novela familiar, mi presente.

Habitualmente en mi práctica me baso en mi contratransferencia, incluso antes de ver al paciente con los datos que llegan desde la derivación. Como diría Neyraut, M. (1976), la CT se expresa en la implicancia del analistacuyo pensamiento tiene un rol fundamental para el desarrollo de la transferencia y la contratransferencia y el porvenir del tratamiento. El campo de la CT se ve ensanchado al considerar “todas las manifestaciones, ideas, fantasmas, sentimientos, interpretaciones, acciones o reacciones que corresponden al analista” (La transferencia, p. 16). Este autor sostiene, además, que la contratransferencia antecede a la transferencia.

 A partir de ahora, llamaremos al paciente Orfeo. Es un joven de 34 años,elegante, su voz es ronca. Tiene muchas ojeras, literalmente alrededor de cada uno de sus ojos, y una palidez muy llamativa. Me evocó la canción Con su blanca palidez, título original: A whiter shade of pale. Sobre esto, Pontalis, J.-B. (1978), dice que se trata de movimientos psíquicos que hacen asociar al analista en sesión o después, a partir de un elemento del paciente y que actúa como un resto diurno. La canción mencionada es de 1967, del grupo “Proco lHarum”, viene del latín y querría decir: “Más allá de estas cosas”…

Esta canción se convirtió en un clásico y marcó el inicio del rock progresivo. Recordé que estaba incluida en el repertorio de mi padre, también músico, entre otras cosas. Sin dudas, lo que trae el paciente resuena en mi inconsciente. La melodía, básicamente, asoma como un recuerdo sonoro después de las sesiones, sobre todo los primeros meses de tratamiento, como un estribillo o como el coro de los griegos que presenta el contexto y resume las situaciones en la tragedia.

whiter shade of pale sería como el tono más blanco de la palidez, a la vez la palabra shade en inglés, además de una tonalidad, quiere decir también sombra, cuando está al reparo del sol, o sea donde no llega el sol. Es inevitable asociar “la sombra” con la tan conocida frase de Freud, S. en Duelo y melancolía (1917): [] la sombra del objeto cayó sobre el yo…”(p. 246, T. XIV, AE). Ya veremos después cuando se vaya desarrollando el material.

El estribillo de la canción dice:

Así fue que más tarde

Como el molinero contó su historia

Que su cara, al principio simplemente fantasmal

Se volvió una sombra más blanca de pálida.

La palidez se asocia a enfermedad, debilidad y muerte, está lejos del sol, ¿el padre? ¿Está muy cerca la luna, la madre?

Esa blanca palidez aparece después o antes de un relato que no conozco y el paciente tampoco, ¿hay un relato olvidado o un gesto que siempre estuvo ahí y le falta letra?

“Lo muerto y lo vivo es el modo que tiene Pontalis para comprender qué sucede en la CT. Así se entrelazan en lo dramático del psicoanálisis, obligando a la renuncia de explicaciones racionalistas y promoviendo la intimidad que él expresa como imprescindible”. Así comenta A. Smola. (Enfrentando el dolor psíquico, Revista de Psicoanálisis, 2013. En homenaje a J.-B. Pontalis).

Michael de M´Uzan (1976) nos habla de un “sistema paradójico”; se trataría de un modo de funcionamiento del analista; este se encontraría invadido por representaciones extrañas o frases inesperadas, ensoñaciones, etc., y dice que tiene que ver con procesos psíquicos en el paciente que no son detectados a través de la atención flotante y que no surgen del análisis del material. Tienen que ver con procesos de proyección e identificación proyectiva e introyectiva del analista también. De estos mecanismos surgiría un producto que define como “Quimera”, un monstruo fantástico y que depende de la predisposición del analista y su tolerancia hasta su elaboración. Que se produce con algunos pacientes en la frontera, confusionales, con núcleos psicóticos, etcétera.

 En mi caso, con este paciente, este fenómeno no me invade o impide el trabajo clásico o análisis de lo transfero-contratransferencial, sino que esas ensoñaciones sonoras circulan en paralelo, como en otra grilla, otra clave por donde accede lo arcaico. M´Uzan diría que accede por “la boca del inconsciente” (1978), en los límites de lo inconsciente y lo preconsciente.Lo considera como un acting in, pero pienso que en términos actuales se trata de un enactment. Esto me provoca cierta incomodidad, por una mayor implicancia, cierta pérdida de neutralidad. Sapisochin, G., dice que la neutralidad se pierde por momentos o períodos hasta lograr descifrar qué guion es el que se estaría dramatizando (2020).

Pareciera como que Orfeo estaba esperando que se diera este espacio. Me comenta que no duerme bien de noche, que tiene poco apetito, que tiene mareos, son como vahídos, me dice.

Noto que le cuesta pensar, como confuso, hay una lentitud, le cuesta poner palabras a sus sensaciones, a veces me las describe con sonidos onomatopéyicos, muecas, gestos y hasta a veces sonidos guturales.

Se recreaba, por momentos, aquella comunicación madre-bebé en la cual se identifican patrones de tiempo, pulso, timbre de voz y gestos; tienen que ver con reglas de ejecución musical como el ritmo y el tiempo.

Se evocaba aquel intercambio primordial, la matriz sonora fundante cuyo tramado gestual enlaza cuerpo y palabra.

La musicalidad primordial está relacionada con las habilidades tempranas que están ligadas a la musicalidad comunicativa. La protoconversación(Bateson, G., 1975) se aprecia cuando el proceso de intersonoridad se desarrolla en consonancia con la musicalidad primordial y el despliegue del tono maternés. En la intersonoridad hay un proceso del gesto al lenguaje sonoro que conforma y contornea la comunicación verbal y se hace a expensas de ese intercambio sonoro con sentido y afecto que es la intersonoridad.

Meltzer, en su trabajo Temperatura y distancia como dimensiones técnicas de la interpretación (1974), comenta que existen ciertas tendencias lingüísticas que consideran que el lenguaje se desarrolla en distintos niveles; va a decir que la raíz de lo arcaico es esencialmente musical y sirve para comunicar los estados mentales a través de identificaciones proyectivas. Sobre este nivel se va construyendo el nivel lexical necesario para la información de hechos del mundo externo y finalmente la función poética encuentra las formas metafóricas de describir sucesos del mundo interno a través de las formas del mundo. Estos niveles coexisten en el adulto y se integran o alternan en las modulaciones del lenguaje.

Dice Winnicott que lo que del otro es oído cuando envuelve el Self en la armonía y luego, cuando como retorno responde en eco a lo emitido y lo estimula, introduce al pequeño en el área de la ilusión (1951). Incluyó al parloteo entre los fenómenos transicionales, pero poniéndolo en el mismo plano que las demás conductas de este tipo.

Anzieu, D., en el El yo piel (pp.183-184), nos dice: “Para que exista envoltura sonora será necesario que ese vivenciar sonoro se haya apuntalado en una experiencia táctil y visual y en una elaboración mental ligada a la afectividad”.

El baño sonoro y la consecuente envoltura sonora nacen, por lo tanto, si el adulto está ligado afectivamente al niño, si es capaz de alojarlo con sus sonidos, sus silencios y sus incertidumbres.

 Cuando Orfeo describe a la madre dice:

“Es como la canción de Luis Miguel, “Fría como el viento” (Orfeo canta),Te recuerdo así,/ dejándote admirar/ intocable, inaccesible / irreal, irrea/ Fría como el viento / Peligrosa como el mar / Dulce como un beso… no sé si vienes o te vas…vanidosa, caprichosa, ideal /…amando sin amar…”.

 Una madre intermitente, está y no está, a veces fría, con una frialdad que azota, pero a la vez dulce, ama sin amar, un engaño, no lo aloja. A la vez peligrosa, generadora de angustia de abandono e intrusión a la vez.

Estamos, pues, con Orfeo, al comienzo, sobre todo, con algunos momentos muy regresivos en esos niveles de comunicación primordial.

Sigue dándome vueltas la canción Con su blanca palidez, otros versos:

…volteretas cruzadas por el piso / me sentía un poco mareado / la multitud pidió más / la habitación estaba zumbando más fuerte / mientras el techo volaba….

Cuenta que tiene ataques de pánico cuando sale a la calle, que en ocasionesse tiene que volver, lo acompaña a veces su novia. Esta de novio con Eugenia desde hace 7 u 8 años, ella es profesora de piano, tiene 30 años y vive con los padres. Orfeo tiene unos pocos alumnos a los que les da clases virtuales, pero alguno ya le pide presencial y le cuesta ir a una escuela de música donde alquila un espacio. Evita estas posibilidades porque tiene miedo a descomponerse.

Planteo para empezar dos sesiones semanales, pienso que puede ser una buena frecuencia e indico volver a la consulta psiquiátrica para revisar la medicación. Orfeo accede con algunas dudas en relación con la medicación. 

Quiero seguir trabajando con Orfeo, es un caso complejo, pero pienso que reajustando la medicación y con las dos sesiones vamos a trabajar bien.

Va a la consulta con el psiquiatra y le agrega un antidepresivo y un antipsicótico, y sigue con un ansiolítico que ya tomaba. A los dos días se siente muy descompuesto, vómitos y diarrea, no se puede levantar de la cama, lo veo desde allí en la sesión. Veo en la habitación algunas características infantiles. 

Van revisando con el psiquiatra y haciendo cambios, pero ninguno parece caerle del todo bien.

La madre me llama y me dice que ella no entiende nada, pero lo ve más tranquilo, por un lado, pero rígido, “¡no sé qué es peor!”, dice.

Pienso en la transferencia con el psiquiatra, parecida a la relación con elpadre. Siente rechazo por él, dice que arruinó a la familia, que siempre mintió con el dinero. Decía que pagaba el alquiler cuando vivían en familia, pero no lo hacía, el abuelo materno se hizo cargo de esa deuda. Siempre hubo deudas. Que perdió el padre una casa que le tocaba en herencia, que el padre de él se la “fumó en pipa”, que la abuela era una vieja maldita que en alianza con su tía lo estafaron a su padre y que él no tiene reacción.

Veo en Orfeo encarnar discursos de esos tres personajes, padre y abuelos, como que los actúa como en el teatro, pero no le son del todo propios. Si

[…] el sujeto solo logra un desarrollo precario de su sí-mismo por carencia de recursos yoicos del objeto, su identidad pobre lo obligará a recurrir a vínculos patógenos introyectados como forma de paliar la angustia de autodestrucción o desintegración por la que se sentirá amenazado. Esta identificación será entonces una especie de salvavidas. Llegamos así a nuestro concepto de “identificación patógena», que será aquella que incorpora al psiquismo elementos que van a actuar como una presencia invasora y exigente, obligando a una reestructuración y sometimiento de las demás funciones mentales en función de esa «presencia»(García Badaracco, J. ,1990, Revista de APA, T. 47-01, 91).

Seguimos avanzando en el trabajo, pero Orfeo me dice que no quiere tomar la nueva medicación porque se siente peor, que habló con el psiquiatra y continuará tomando solo media dosis de quetiapina y dos de Alplax, pero no sigue con el antidepresivo. 

Allí es cuando siento todo el peso del caso, siento que no voy a poder. Lo pesado tiene que ver con las transferencias arcaicas a simbolizar y modificar, y lo que moviliza en mí desde lo inconsciente y me lleva al autoanálisis, a traer luz quizá sobre algunos puntos ciegos. Sin embargo, apoyada en mi deseo de analizar, mi vocación, resuelvo, un poco consciente y un poco inconscientemente, hacer una apuesta pulsional, (Marucco, N., 2006). No me alcanza la técnica clásica: mi atención flotante y la asociación libre del paciente; es necesario recurrir a la función analítica ampliada: mi “singularidad real”, mi capacidad de revêrie (Bion, W., 1962),tengo que hallar la forma de movilizar todo ese tiempo detenido, descatexiadel tiempo, y el desafío es lograr esto aun en la presencialidad remota, sin contar con el cuerpo erógeno de la presencia cercana.

Marucco, N., dice que la singularidad real del paciente y del analista coinciden, que incluyen los objetos de cada uno y el campo en el que se encuentran y relacionan, y esto da a la pulsión potencia actual (2015).

Siguiendo con el pensamiento de M´Uzan: plantea que en todo encuentro analítico debe el analista permitirse sentir la extrañeza del otro en uno. El otro provoca respuestas en nosotros. Hay casos en que nos vemos llevados a actuar o a asociar o imaginar cuando el paciente no puede hacerlo, ¿se trata de construir algo que falta? Para construir necesito mis sensaciones contratransferenciales. Neyraut sostiene que la contratransferencia es un enactment que necesita ser elaborado. 

 Mi contratransferencia aparece al modo de un enactment, hay algo de este guion relacional para desentrañar. O quizá podría entenderlo como una formación intersubjetiva que es enactada por ambos (Sapisochin, G., 2020),que expresan gestos psíquicos simbolizados en forma imaginaria.

Sapisochin sostiene que el sufrimiento psíquico se escucha como un exceso de memoria por el exceso de presencia de los otros significativos que no pueden transformarse en ausentes y permanecen como guion relacional inconsciente invadiendo al Yo. ¿Entonces no es clínica del vacío al que hay que rellenar?

Escucho en Orfeo la ansiedad de pérdida de lo ausente y también la ansiedad de la intrusión. Esta última no fue posible hasta ahora devenirausente. Es muy común que, al comienzo de las sesiones, los primeros meses me dijera: “Me siento puajj” (Sacando la lengua como en señal de náuseas); casi siempre tenía que ver con discusiones con la madre, donde él se negaba a hacer algo de la casa y la madre entraba en un colapso narcisista, decía que ella se tenía que encargar de todo y salía de la casa y le enviaba textos y audios interminables cargados de arrogancia; él decía: “Me llenó de textos que no alcanzaba a leer y entender”.

Aparecen dos versiones de madre, una es esta la madre que colapsó, que no tolera negativas, rebeldías, etc. Y otra es la madre como víctima del padre, de sus desastres financieros.

 Con “su blanca palidez…”, ¿palidez por estar al borde del vómito? Psiquismo lleno de otro/s por un lado y su subjetividad raquítica, un Selfque no termina de afianzarse y emerger.

Una de las primeras canciones que cantó en público que aparecen en esasprimeras sesiones:

Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan / para que no las puedas convertir en cristal… ojalá pase algo que te borre de pronto /una luz cegadora / un disparo de nieve / ojalá por lo menos que me lleve la muerte / para no verte tanto / para no verte siempre…” 

El odio al objeto que engañó, que privó, ¿es el objeto introyectado al modo melancólico o es el objeto incrustado? Es clara la confusión con el objeto.

La canción alude sin dudas a su dolor, a la dependencia del objeto. Dice Pontalis, J.-B., que lo propio del dolor es confundir las fronteras (1978).

Siguiendo con la línea teórica de Sapisochin, puedo pensar que algunos procesos de simbolización se vieron detenidos; por la hiperpresencia de la madre este interjuego no fue del todo posible, al menos en algunos contenidos.

Sabemos que hay una tendencia teórica a sostener que lo anterior no simbolizado es considerado no simbólico porque no se expresa en el lenguaje. Sapisochin plantea que es necesario pensar la simbolización imaginaria como un proceso con diferentes gradientes de complejidad.

Un lenguaje preciso de la simbolización imaginaria sería la dramatización. La simbolización antes de la palabra sería el “gesto psíquico”. Entiendo que en el caso de Orfeo, por lo detallado más arriba, esos gestos psíquicosson simbolizados con la música.

A estos gestos psíquicos debemos encontrarles las letras con Orfeo para que se transformen en simbolización verbal alejada de la temporalidad circular de lo arcaico, con la expectativa de que Orfeo pueda lanzarse al futuro y dejar de mirar atrás como en el mito de Orfeo y Eurídice:

Su esposa fue Eurídice y murió por una picadura de serpiente. Orfeo con el mágico canto de su lira consiguió que Hades dejara libre a su esposa, lo aceptó con la condición de que marchara siempre adelante, hasta recibir la luz del día sin mirar a Eurídice. Pero Orfeo no pudo resistir y perdió de nuevo a su mujer. (Diccionario de mitología, Caudet Yarza, 1994, España).

La luz del sol nuevamente en este caso salvando de… su blanca palidez mortífera.

Los gestos psíquicos ocupan mucho espacio y no dan lugar a nuevas formas de dar significado a un encuentro con la realidad.

La actividad simbolizatoria rige en gran parte el trabajo de la subjetivación;en Orfeo se encuentra aún en un espacio de transición dentro del campo analítico.

Roussillon, R. (2015), nos habla de la simbolización primaria o pre-simbolización que se genera en el proceso primario y que sería la representación cosa. Es inscripción de la cosa, la “materia primera” (Freud, S., 1900). La simbolización primaria liga dos signos entre ellos y la secundaria liga una representación cosa a una de palabra.

La experiencia vivida no tiene sentido de inmediato, es un trabajo que implica a la vez apropiación subjetiva y un trabajo de simbolización que se significará después.

Hay un hiato entre la experiencia vivida y el de su puesta en forma significante. Es la primera forma experimental de sí en relación con otro, con las respuestas del otro, en este caso en el vínculo analítico.

Para representar hay que hacer un duelo por la primera cosa y podersatisfacerse con la identidad de pensamiento. Para poder representar es necesario primero aceptar la ausencia. Pero, como dije más arriba, no hay ausencia suficiente por la hiperpresencia materna.

Roussillon, R. (2020), continúa diciendo que existen unas matrices de simbolización que se establecen en un juego intersubjetivo. El paciente necesita buscar otros objetos para intentar simbolizar.

El autor se refiere, en este caso. a objetos-juego que sirven al despliegue intersubjetivo, luego el juego se constituye como objeto en y por el juego mismo, su proceso. El juego va a permitir la exploración de las similitudes y diferencias entre la cosa interna y su representación. El juego deviene un nuevo objeto, una experiencia psíquica en la que se experimenta ese tipo de actividad que es la simbolización. La experiencia del jugar es una experiencia esencial de la reflexividad, una experiencia por la cual la psiquis y la actividad psíquica se toman a sí mismas como objeto. En el juego también se explora la experiencia subjetiva del psiquismo y del jugar.

En lo concerniente al trabajo analítico, ya en 1920 Freud, S., sostiene analógicamente la relación de la transferencia con el juego, a través de la compulsión a la repetición. Como la transferencia, como el sueño traumático, el juego está animado por la compulsión a la repetición, cuyas apuestas son múltiples (abreacción de las excitaciones traumáticas por las pequeñas cantidades, pulsión de dominio, inversión de control) pero que, en condiciones favorables, pueden adquirir un valor de compulsión a la simbolización (Roussillon, R., 1995, p. 88 de Paradojas y situaciones fronterizas del psicoanálisis).

 El modelo del juego incluye un partenaire, en este caso el analista. Es necesario, aun en pacientes adultos como Orfeo, poder incluir este modelo, ya que me voy encontrando con partes de la historia subjetiva que quedó truncada en su proceso de simbolización primaria, y donde la comunicación se vuelve más arcaica y actuada; fue necesario recurrir en este caso a lamúsica y el canto, que ya eran los objetos lúdicos del paciente, por supuesto dentro de las coordenadas de la transferencia, como ya anticipaba Freud, S., en Más allá del principio de placer (1920), citado también más arriba por Roussillon. Agregaría la contratransferencia en este interjuego.

Esto es lo que ocurre en el espacio analítico; esperamos que la puesta en juego nos revele lugares escondidos del psiquismo y que se revele el sujeto mismo y en el interjuego con el analista.

 Pasados unos pocos meses de iniciado el tratamiento, Orfeo atraviesa porun período más depresivo, no tiene ganas de trabajar, deja a sus alumnos. Empezaba la sesión diciendo que no tenía ganas de hablar, pero algunas frases cortas que decía me recordaban a letras de canciones y se las comentaba, y él las recordaba y a veces cantaba un poco, y a partir de ahí surgían más recuerdos de cuando estudiaba en la universidad o cuando iba a lo de su profesor de canto.

Veamos una viñeta:

P: Este finde no vino mi papá, no te avisa, no sé si no registra o qué…mamá lo llamó y le dijo: “Es que estoy sin plata”. Terrible, no sé cómo le puede pasar eso, nunca tiene plata, siempre endeudado. ¡El auto ni lo usa, está embargado y está a nombre de mi hermano! Fue así porque si no era peor… creo que ni tiene seguro.

T: ¿Alguna vez puso algo a tu nombre?

P: Sí, el boleto de compraventa de esa casa en la que vive, que no sé cómo sigue eso, sé que va pagando lo de esa casa, pero no se sabe nada, al menos yo no sé… esa cueva donde vive que nunca pudimos entrar

T: …y hablando de cuevas… 

P: Sí, también estoy en una cueva…

T: Debe ser un lugar cómodo igual…

P: Sí, es una zona de confort donde la pasás remal, es raro…

T: Pero es lo conocido, debe sentirse más seguro que ahí afuera, digo en libertad…

P: Me hacés recordar una canción de Abel Pintos, Piedra libre.

T: ¡¡Piedra libre para Orfeo!!

P: Jajá. ¡¡Que bueno!! ¡¡Me descubriste!!

T: Aunque al ser descubiertos en el juego es en el momento que se pierde…pero si es la zona de confort donde la pasás mal, quizá no…

P: Ay, sí, te juro que también quiero salir de todo esto.

T: ¿Y cómo era la canción de Abel Pintos?

P: (Canta) Ya no corro contra el viento/ Ya no escapo más/ Solo quiero estar despierto / ser un hombre libre y buenoToda mi ambición ahora / es un día más para vivir Me volví un ladrón de versos/ Piedra libre para mí y ya no puedo esperar a que estés aquí/ Tanta oscuridad, tanta soledad en el mundo…

T: También la canción habla de nosotros, ya no podés esperar, es un buen momento para encontrarnos en presencia.

P: Sí, me encantaría, pensé en invitarte a que vengas cuando empecemos con el taller de canto o en la muestra con mis alumnos.

T: Qué lindo lo que decís, pero es como que yo tengo que ir a tu encuentro, como dice la canción, pero podría ser que vos vengas a encontrarme en el consultorio.

P: Sí, lo pienso, pero sé que lo voy a hacer, me cuesta moverme más allá de los lugares habituales de la zona…

T: Sí, el barrio o los barrios cercanos están aún en las inmediaciones de la cueva…

P: Claro. Jajá, pero ya voy a llegar, esperame

T: Por supuesto, te espero.

Estuvimos haciendo este trabajo durante un par de meses y noto una mejoría; comienza a dormir mejor, a veces tiene pesadillas y las trabajamos, se ordena con los ritmos del día, desayuna y almuerza, que antes casi no lo hacía. Estaba de mejor semblante y podía pensar con más claridad. 

Seis meses después surge en Orfeo el deseo de volver a dar clases y retoma su publicidad en las redes con sus videos y sus clases en vivo. Empiezan a consultar por sus clases y entre marzo y mayo llega a tener cerca de diez alumnos.

Sigue con las clases virtuales, pero a algunos alumnos les da la clase presencial en su casa o en alguna sala de su zona. Se va ampliando el radio en el que se moviliza, pero sigue siendo su barrio y alrededores, ya no se descompone. 

 Pasan unos meses más y surge la posibilidad del encuentro presencial:

T: (Lo veo distinto, como más joven, más menudo, pero hoy se ve pálido).

P: ¡¡Hola!!¡¡Qué lindo que es acá!!

 Venía con dolor de estómago, nervioso como para un examen.

T: Como a ver a una terapeuta nueva, somos conocidos y extraños a la vez…

P: Es como de otra manera… Me acuerdo cuando mis padres se separaron no lo quise ver a mi papá como por un año y medio. Cuando lo vi me parecía otro…

T: Como conmigo ahora, después de un año y medio nos vemos en presencia y te parezco otra…

P: Jajaj, sí. Y mi papá ahora es otro, no es el de aquel tiempo

Hace un repaso de parte de su historia, como si me lo contara por primera vez, cómo su padre se convirtió en otro y habla de sí mismo como otro.

 En el paso a la presencialidad se hace efectivo el corte con la madre, una madre en la que quedó atrapado desde el inicio, pero se agudizó en su adolescencia cuando los padres se separan y queda en el lugar que estaba el padre, pero engolfado por la madre en el sentido vampírico que lo dejaba débil y confuso con su blanca palidez. 

Y fue así que después de ese relato /

su rostro al principio fantasmal / 

pasó de su tono más blanco de pálido / 

a sus mejillas encendidas…

1 antoniafoti8@hotmail.com, Miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina.

Descriptores: CASO CLÍNICO /  CONTRATRANSFERENCIA / MÚSICA / ENACMENT / VOZ / AUDICIÓN /  MADRE / PADRE /  PSICOANALISTA /  DOLOR / SIMBOLIZACIÓN / PACIENTE / JUEGO / VIÑETA CLÍNICA / ANALISIS A DISTANCIA

Candidatos a descriptores: PANDEMIA / PRESENCIALIDAD


Abstract

Orpheus and his way out of confinement: music in the analyticalinterplay

Through the presentation of a clinical case, this paper tries to communicateand study some phenomena that occur in the analytic link, within thecoordinates of the transference-countertransference pair. On the basis of theextension of these concepts, the function of the analyst and his/hertechnique are described.

Contemporary psychoanalytic thought raises some questions arising from the above. The tension between some concepts, such as enactment, symbolization, the archaic, the clinical work with emptiness, the representable, among others, is shown.


Resumo

Orfeu e a sua saída do enclaustramento: a música no interjogo analítico 

Através da apresentação de um caso clínico este trabalho tem a intenção de comunicar e estudar alguns fenômenos que ocorrem no vínculo analítico, dentro das coordenadas do par transferência-contratransferência. Sobre a base da ampliação destes conceitos se descreve a função do analista e da sua técnica.

Desde o pensamento psicanalítico contemporâneo se propõe alguns questionamentos que surgem do exposto. Assim ficam em conflito alguns conceitos como enactment, a simbolização, o arcaico, a clínica do vazio, o representável, entre outros.


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