Las entrevistas en psicoanálisis
Volumen 75 – Nº 12, 2018.
Deseamos celebrar la iniciación del 75º aniversario de nuestra Revista con notables aportes a un tema técnico fundamental, pertinente a los inicios del tratamiento psicoanalítico.
INDICE
Editorial
Susana Vinocur Fischbein
Inicios e identidad psicoanalítica. 75 años de la revista de psicoanálisis
Los inicios de la revista de psicoanálisis. Difusión e identidad.
Alejandro Dagfal
Vertiente psicosocial del psicoanálisis argentino.
Samuel Arbiser
Relectura y reedición de clásicos
Criterios de diagnóstico.
José Bleger
Introducción y comentario al trabajo del Dr. José Bleger: “Criterios de diagnóstico”.
Elsa Rappoport de Aisemberg
Entrevistas en el análisis de niños.
Arminda Aberastury
Comentario al trabajo “Entrevista en el análisis de niños” de Arminda Aberastury.
Edmundo Saimovici
Evaluación de las entrevistas diagnósticas previas a la iniciación de los tratamientos analíticos. Criterios diagnósticos y esquemas referenciales.
David Liberman
Comentario sobre el trabajo acerca de entrevistas de David Liberman.
Benzión Winograd
Prefacio a la Edición Revisada de la Standard Edition.
Mark Solms
Enfoques actuales en entrevistas
Las entrevistas y la operatividad clínica en la práctica psicoanalítica actual.
Esther Romano
La primera entrevista con el niño: La hora de juego.
Clara Benseñor
La situación analítica como situación fobígena.
Paul Denis
Apertura del espacio psicoanalítico en las primeras entrevistas: Un panorama general de los métodos y hallazgos del Working Party de la Federación Europea de
Psicoanálisis (EPF) sobre el inicio del psicoanálisis (WPIP).
Bernard Reith
Mesa Redonda
Consultas actuales en psicoanálisis.
José Fischbein, Norberto Marucco y María Cristina Rother Hornstein
Homenaje a Madeleine Baranger
Madeleine Baranger: coherencia y creatividad.
Luis Kancyper
Homenaje a Madé.
Elsa Rappoport de Aisemberg
Premios
Entrecruzamiento Arte y Psicoanálisis. Dalí y la creación en el Surrealismo.
Fanny Beatriz Felman
¿Seguirá siendo contemporáneo el psicoanálisis? Parte I – Seducidos y desorientados: La división del psicoanálisis por escuelas.
Pablo Tajman
Revista de libros
Perspectivas actuales del inconsciente. Fernando Martín Gómez (Comp.)
por Alejandra Vertzner Marucco
Travesía de lo corporal a lo simbólico corporal. Eliana Rache
por José Fischbein
Hacia una clínica y metapsicología ampliadas; estudio psicoanalítico. Luis Kancyper
por Judith Goldschmidt
Revista de revistas
Journal of the American Psychoanalytic Association Vol. 64, Número 6, diciembre 2016
por Herminia López de Parada
Editorial
Deseamos celebrar la iniciación del 75º aniversario de nuestra Revista con notables aportes a un tema técnico fundamental, pertinente a los inicios del tratamiento psicoanalítico.
Freud, en su texto de 1913, Sobre la iniciación del tratamiento, afirmaba que cuando conocía poco acerca de un paciente, se había hecho al hábito de tomarlo solo provisionalmente por un período de una o dos semanas. Si se interrumpía el proceso dentro de ese lapso, se le ahorraba al enfermo la penosa impresión de un intento de curación fallido. Las entrevistas previas permitirían al analista, que realizaba un “sondeo”, descubrir si el paciente era apto para el tratamiento psicoanalítico y si podría adecuarse a sus reglas.
La iniciación del tratamiento tuvo también para Freud una motivación diagnóstica, al afirmar que ese ensayo preliminar era una forma más segura de tomar un paciente en análisis. Veremos, en los trabajos incluidos en este volumen, cómo se cumplen y amplían estos requisitos con la formulación de ciertas pautas para la toma de entrevistas iniciales.
Como se trata de los inicios, comenzamos esta REVISTA haciendo una historia de ellos. En Los inicios de la revista de psicoanálisis. Difusión e identidad, Alejandro Dagfal nos relata qué función cumplió la Revista en los inicios de la APA. Se fundamenta sobre todo en un análisis de sus notas de información, generalmente anónimas, que, sin embargo, ilustran distintos aspectos de la vida de la institución y de los proyectos de los pioneros. Expone, además, cuál fue la incidencia de la Revista en la difusión nacional e internacional del movimiento analítico argentino. También examina de qué manera influyó la Revista en la legitimación de ciertos autores, en la consolidación institucional de la Asociación que le dio origen y en la identidad profesional de sus miembros.
En su trabajo Vertiente psicosocial del psicoanálisis argentino, Samuel Arbiser reivindica el vigoroso desarrollo del psicoanálisis en esta región del continente americano, en un contexto socio-cultural propicio para recibir las ideas de vanguardia de todo el mundo. Sostiene que en ese desarrollo puede reconocerse cierta promisoria línea teórica que parte de la original impronta que dejaron Enrique Pichon-Rivière y sus más creativos continuadores, José Bleger, David Liberman y Madeleine y Willy Baranger, quienes supieron plasmar y concretar con sus aportes muchas de las ideas que el pensamiento del maestro había dejado solo en germen.
Adentrándonos ya en el tema específico de estos dos primeros números: Relectura y Reedición de Clásicos, podremos rememorar algunos de nosotros, y otros colegas leer por primera vez, los artículos señeros de Criterios de diagnóstico de José Bleger, con la introducción y comentario de Elsa Rappoport de Aisemberg, quien señala la importancia crucial de los aportes del “maestro” sobre el encuadre y el psiquismo temprano. Otra formulación que remarca es su énfasis en el origen corporal de la psique, cómo se centró en la entrevista clínica en sus dimensiones diagnósticas y pronósticas, además de considerar que los criterios diagnósticos dependen de las teorías de cada analista.
Acerca de las Entrevistas en el análisis de niños, de Arminda Aberastury (1972), Edmundo Saimovici afirma que tiene el sello de una pionera en el psicoanálisis de niños y adolescentes. Desde su experiencia y precisión didáctica, Aberastury expone con claridad todos los aspectos teóricos, técnicos y clínicos de la entrevista en el análisis de niños. El especial modo con el que trata a los padres le permite recoger los datos en la forma más exhaustiva posible, a los fines de una presunción diagnóstica y de un eventual tratamiento. Además, propone a los padres un cuestionario para que lo trabajen fuera del consultorio, lejos de las tensiones que pueda generar la presencia del psicoanalista. Este cuestionario sirve como una herramienta para suplir olvidos o detectar contradicciones.
En el comentario de B. Winograd sobre la Evaluación de las entrevistas diagnósticas previas a la iniciación de los tratamientos analíticos. Criterios diagnósticos y esquemas referenciales, de David Liberman, se desarrollan múltiples tópicos. Aborda, desde la ubicación del trabajo en el conjunto de la obra de Liberman, la enunciación de aportes conceptuales a la temática “entrevistas diagnósticas en la clínica psicoanalítica”, pasando por sus atributos peculiares en el contexto de aportes rioplatenses, hasta sus conexiones con algunas discusiones en espacios clínicos del psicoanálisis contemporáneo.
Este último punto, en relación con las discusiones del psicoanálisis contemporáneo, nos da pie para introducir un trabajo inédito —que tenemos el privilegio de publicar como primicia en español— sobre una revisión requerida desde hace muchos años. Se trata del Prefacio a la Edición revisada de la Standard Edition, realizada por Mark Solms, acompañado por un notable equipo de psicoanalistas. Esta tarea viene desarrollándose desde hace casi tres décadas, y estuvieron comprometidos en ella Ilse Grubrich-Simitis —la verdadera sucesora de James Strachey—, Riccardo Steiner, Gerhard Fichtner,
Ingeborg Meyer-Palmedo, K. R. Eissler y Patrick Mahony, entre otros reconocidísimos intelectuales e investigadores bibliográficos.
Solms explica el principio fundamental en que se basó esta revisión. Hubo una decisión de conservar las traducciones de Strachey en la SE —vale decir, de revisarlas pero no reemplazarlas—. Los justificativos de tal decisión se explicitaron en la “Introducción del editor” a las “Notas sobre la traducción de ciertos términos técnicos”, ahora incluido en el volumen 24. Remarca un punto crucial que ha dado lugar a muchas críticas acerca de la traducción realizada por J. Strachey y colaboradores, y que es necesario tener presente:
“Al traducir, uno debe elegir entre aplicar las convenciones de la lengua de origen o las de la lengua de destino; ninguna de estas opciones es mejor que la otra y es imposible aplicarlas ambas. Jean Laplanche, al traducir a Freud en sus Oeuvres complètes, el equivalente de la Standard Edition, optó por la primera alternativa; Strachey optó por la segunda.”
El autor agrega una opinión que tranquilizará a quienes piensan que la idea ha sido cambiar el espíritu de la obra de Freud:
“[…] el psicoanálisis no es solamente una ciencia natural. Esto nos lleva a pensar que Strachey estaba limitado no solo por las convenciones vigentes de la literatura científica inglesa, sino también por las de otras tradiciones intelectuales en las que abrevó Freud.”
En el apartado Enfoques Actuales en Entrevistas, encontramos tres trabajos significativos. Comenzaremos por Las entrevistas y la operatividad clínica en la práctica psicoanalítica actual de Esther Romano. Como afirma la autora, su trabajo está dirigido a profesionales que inician su formación. Incorpora definiciones sobre la entrevista y el trazado de parámetros básicos de valor nosológico. También cita las ideas de J. Bleger sobre la entrevista psicológica y destaca su vigencia frente las condiciones del mundo actual, en especial reflexiona sobre el constructo de la analizabilidad frente a los vertiginosos cambios en la cultura actual y la presentación de pacientes con problemáticas complejas. Considera, además, las entrevistas precedidas de fracasos psicoterapéuticos y aquellas de carácter consultivo que no desembocan en un tratamiento. E. Romano contribuye también con un relevante material clínico.
Le sigue un trabajo de Clara Benseñor sobre La primera entrevista con el niño: La hora de juego, en el que se puntualizan las características que, para la autora, tiene la primera entrevista con el psicoanalista. Luego plantea que, en la clínica infantil, el encuentro inicial con el niño/a es también una primera entrevista que se diferencia de las otras por dos motivos principales: la inclusión en el campo terapéutico de tres participantes (el niño/a, el terapeuta y los padres) y el juego, entendido como el medio privilegiado que despliega el infans para comunicarse con el terapeuta. La ejemplificación de una primera hora de juego infantil y su análisis ponen de relieve la importancia de este momento.
Continuamos con un apasionante trabajo de Paul Denis llamado La situación analítica como situación fobígena, en el que el autor puntualiza los movimientos fóbicos que ocupan un lugar importante en toda cura psicoanalítica, desde la fobia del funcionamiento mental hasta los diversos elementos fobígenos que propone el encuadre. Pero no solo el paciente circula entre diferentes obstáculos fóbicos, el analista mismo es susceptible de movimientos fóbicos que pueden obturar el desarrollo del proceso analítico: fobia de la duración de la sesión, fobia de las entrevistas preliminares, fobia de la duración de la cura o, aún peor, fobia de la transferencia o de algunas de sus formas. El autor trae, a la manera de Freud, una serie de interrogantes, ya no dirigidos a descubrir qué le ocurre al paciente en las primeras entrevistas, sino qué le sucede al psicoanalista. Fascinante resulta la reseña de las sucesivas entrevistas mantenidas por Margaret Little con otros analistas, previas a decidir su análisis con Winnicott.
Cerramos este apartado con otra novedad inédita hasta ahora. En Apertura del espacio psicoanalítico en las primeras entrevistas, Bernard Reith nos comunica la experiencia llevada a cabo por el Working Party (Grupo de Trabajo) de Iniciación al Psicoanálisis (WPIP) de la Federación Psicoanalítica Europea (EPF). Este grupo —integrado además por los coautores— llevó a cabo un ambicioso estudio psicoanalítico de primeras entrevistas entre 2004 y 2018. Los resultados revelan la dinámica transferencial y contratransferencial inconsciente extremadamente intensa de las primeras entrevistas, la que aumenta hasta convertirse en una “tormenta” inconsciente que desafía las capacidades psíquicas tanto del psicoanalista como del paciente. El autor describe los requisitos especiales que esta situación le otorga al psicoanalista, quien debe esforzarse por mantener una posición analítica y abrir un espacio psicoanalítico en el que el significado pueda surgir a lo largo del tiempo. Si bien la creación de una pareja psicoanalítica funcional es un proceso altamente individual, un componente central es la voluntad del psicoanalista de escuchar psicoanalíticamente al paciente. El marco psicoanalítico les brinda sostén para este proceso. La discusión de los métodos empleados se centra en el trabajo interanalítico del grupo de pares que fue la base del estudio. No cabe duda de que la lectura de este trabajo interesará a los psicoanalistas en ejercicio.
La Mesa Redonda que sigue se ocupó de las Consultas actuales en psicoanálisis, y estuvo integrada por José Fischbein, Norberto Marucco y María Cristina Rother Hornstein.
J. Fischbein se focalizó en la cuestión de las diferencias epocales en los discursos vigentes que sellan su producción y marcan su sentido. El significado nunca resulta fijo; la línea entre lo real y lo simbólico sufre alteraciones por las opiniones, mitos y creencias imperantes, así como por los límites que impone la realidad.
Analiza el significado del vocablo “actual” en el título y toma como un factor preponderante el indicador temporal. Compara el primer escenario del psicoanálisis en la Viena finisecular del siglo XIX, su sociedad, ideologías y teorías predominantes, los primeros pacientes de Freud —con su patología y valores— con el principio del siglo XXI, que marca un escenario muy diferente, dados los avances de la ciencia y sus contenidos, a los que se agregan los cambios en la tecnología y en las comunicaciones.
Fischbein plantea, en una serie de interrogantes, la multiplicidad de formas del psicoanálisis actual y la necesidad de definir la subjetividad de las personas con quienes convivimos y forman parte de nuestra consulta. El sujeto se trata a sí mismo con una actitud autoagresiva que no lo convierte en un explotado por el otro, sino en un explotado de sí mismo. Existe una construcción del sujeto del rendimiento, donde cumplen un papel fundamental las redes sociales que actúan en dos sentidos: por una parte, funcionan como un sistema de vigilancia, como un panóptico digital, y, por otra, se han convertido en un escaparate del sí mismo, y la vida es expuesta como una mercancía. En consecuencia, al sujeto se le imponen condiciones de colapso narcisista, y cuando aparece la necesidad de una consulta, esta se produce desde una demanda particular, el paciente busca a un terapeuta bombero que apague el incendio de su subjetividad vulnerada.
N. Marucco desarrolló una exposición orientada hacia la práctica: el motivo de consulta. Adhiere a la pregunta sobre si hay un psicoanálisis o varios psicoanálisis, y manifiesta ser de la idea de que se puede lograr un pluralismo integrativo. Más allá de los “diferentes psicoanálisis”, aspira a encontrar, en cada uno de nuestros psicoanálisis, aspectos que se puedan juntar e integrar para ser más efectivos con un plan terapéutico, porque la definición más importante del psicoanálisis es la que enfatiza su enfoque terapéutico. Marucco agrega que el problema de la consulta de hoy depende de manera muy directa de la escucha psicoanalítica, la cual ha cambiado de manera notable desde hace varias décadas, no es una escucha solo del lenguaje verbal, se escuchan representaciones, afectos, movimientos del cuerpo. En su concepción, el psiquismo se constituye en un encuentro entre la pulsión y el otro. De ahí que la práctica analítica de hoy se ha transformado en una práctica condicionada por dos intrapsíquicos, el del paciente y el del analista, y por un intersubjetivo que incluye a los dos.
Si antes el conflicto oscilaba entre la sexualidad y su represión, hoy la cultura ha hecho el cambio de idealizar la satisfacción. El imaginario que daba a la sexualidad un poder hegemónico, el deseo y su prohibición-realización, ha dado lugar a algo más complejo. Se trata de la problemática de la pulsión de muerte. Son frecuentes las consultas en torno a la patología de lo irrepresentable que gira en derredor de los trastornos límites, de los cuales la depresión y las adicciones son exponentes. Define la técnica analítica hoy como una función analítica ampliada, en la que las características del analista juegan un papel esencial.
Cristina Rother Hornstein centró su exposición en la consulta de los adolescentes y adultos jóvenes. Enfatiza que quienes consultan sufren conflictos, inhibiciones, síntomas, angustias; falta de proyectos, sentimiento de vacío, con la distancia entre la imagen de sí fantaseada, pensada, y la que tienen de sí, con la no coincidencia entre lo que creen que desean o aspiran sus padres y lo que ellos hacen; padecen de conflictos afectivos con los pares; desencuentros y desengaños con los padres; sensación de estar “poco cuerdos” cuando sienten que pasan de no querer vivir más y al rato sienten que es el día más feliz, sin solución de continuidad entre estos estados extremos.
Rother Hornstein analiza el sufrimiento como una respuesta a una pérdida, al rechazo, a la frustración, con mayor o menor componente narcisista, y qué ocurre según haya un predominio de Eros o de la pulsión de muerte. Considera de suma importancia no trabajar con los pacientes que vienen para satisfacer el deseo de otro, menos cuando se trata de adolescentes. En estos casos, es frecuente que abandonen el tratamiento. Los adolescentes obligan a hacer uso de un derroche de imaginación y de creatividad, además de invitarnos a revisar críticamente la teoría, la clínica y la práctica. Si bien cada pareja analítica es única, la idea es trabajar con todos los vínculos de quien consulta. En las patologías graves, que hoy son las consultas más frecuentes (alcoholismo y consumo de sustancias), e incluso en pacientes neuróticos, el transcurrir de un análisis tiene momentos en los que no cabe ninguna interpretación. Agrega que necesitamos repensar a qué llamamos “neutralidad psicoanalítica”, porque la anulación subjetiva del terapeuta no es realizable en la práctica.
Los invitamos a leer el muy rico debate entre los expositores, acompañado de intercambios con miembros del Comité Editor.
Hemos querido ofrecer un especial Homenaje a Madeleine Baranger a través de los escritos de dos colegas muy cercanos a ella. En su texto Madeleine Baranger: coherencia y creatividad, Luis Kancyper, con su habitual maestría, nos trae una semblanza conmovedora de Madé —como se la llamaba familiarmente—, en la cual nos narra no solo aspectos no tan frecuentados de su biografía, sino, además, la transmisión directa en el discurso vivo de su pensamiento, junto con anécdotas que la reflejan fielmente.
Kancyper considera que “su obra se podría enfocar como un conjunto de trabajos sobre varios núcleos temáticos referidos a la teoría de la técnica, a la psicopatología y a la incidencia de lo ético e ideológico en el quehacer analítico”. Los conceptos de “campo analítico”, “baluarte”, “parasitación” y “segunda mirada” otorgan una perspectiva diferente al compromiso del analista en el proceso analítico.
Elsa Rappoport de Aisemberg, en su “Homenaje a Madé”, nos relata el nacimiento de las ideas compartidas y creadas con Willy, que tuvieron su origen en los continuos e interminables diálogos entre ambos cuando trabajaban en Montevideo formando la Asociación Psicoanalítica Uruguaya.
Corrobora la constante actitud de investigadores de Madé y Willy frente a la clínica y sus fuentes conceptuales, que les permitieron formular en 1961-62 el primer modelo de campo analítico como un encuentro singular entre dos personas. E. Aisemberg también examina detalladamente las relaciones de los conceptos fundantes de los Baranger con los aportes teóricos de analistas de otras regiones y el merecido eco que en las últimas décadas han tenido sus ideas, justamente difundidas por publicaciones nacionales e internacionales.
En el apartado Premios incluimos el trabajo sobre Entrecruzamiento Arte y Psicoanálisis. Dalí y la creación en el surrealismo, de Fanny Beatriz Felman, quien parte del estudio que el artista Salvador Dalí hace del cuadro de J. F. Millet El Ángelus, utilizando su método, el paranoico-crítico. La autora desarrolla brevemente los postulados del movimiento surrealista en sus dos manifiestos y la inserción de Dalí como fiel exponente de estas ideas. También plantea la relación entre el artista y la teoría de Lacan acerca de las enfermedades mentales, y su interés en estudiar la paranoia. Introduce el concepto de arte como una forma de organización alrededor de un vacío; un límite del que surge algo, la obra, que no estaba inicialmente allí. Luego aborda el tema de la repetición en el arte.
En su trabajo ¿Seguirá siendo contemporáneo el psicoanálisis? Seducidos y desorientados: La división del psicoanálisis por escuelas, Pablo Tajman busca, a partir de una exploración, comenzar a pensar las condiciones en que el psicoanálisis podría continuar siendo contemporáneo en la actualidad y el futuro próximo.
Cuestiona en qué medida la división del psicoanálisis por escuelas sirve al desarrollo del conocimiento, hasta qué punto genera un dispositivo de sostén de identidades rígidas, y cómo se entrama este campo problemático en la clínica y la técnica a la vez que en el marco más general de nuestra cultura.
Para finalizar, como es habitual, los invitamos a leer las Revistas de Libros y de Revistas donde encontrarán reseñas de publicaciones actuales.
Comité Editor de la Revista de Psicoanálisis
Susana Vinocur Fischbein
Directora