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Homenaje a Vicente Galli

Mariana Karol1 y Graciela Woloski2

Vicente nació el 24 de septiembre de 1938 en la provincia de San Juan y falleció el 23 de octubre de 2022, a los 84 años. Fue un hombre de una ética intachable que sostuvo su compromiso con los derechos humanos a lo largo de toda la vida. Su modo tierno de hablar contrastaba con su gran contextura. Uno se sentía más seguro con Vicente cerca, más acompañado, menos solo.

Comenzó su extensa trayectoria siendo parte de la experiencia que se llevó a cabo en el Hospital Lanús a principios de los años 1960, bajo la dirección de Mauricio Goldenberg, quien marcara un hito en la concepción de la salud mental. Allí fue jefe de Consultorios Externos del Servicio de Psicopatología. 

Fue un maestro y referente en el campo de la salud mental, ubicando siempre en el centro de su pensamiento-acción la dignidad de las personas con sufrimiento psíquico. Primer director nacional de Salud Mental durante la vuelta de la democracia después de la dictadura (1984-1989) y ferviente impulsor de un movimiento de desmanicomialización y retorno a la comunidad de las personas encerradas y condenadas a vivir por décadas en instituciones.

Acompañó innumerables luchas para lograr situar en la agenda política la importancia de una ley promotora de DDHH que protegiera los derechos y la vida de las personas con problemáticas de salud mental. Fue el redactor de la excelente reglamentación de la Ley Nacional de Salud Mental 26.657. Construyó las bases de la imprescindible transformación de los modelos de atención, promoviendo el camino de la integración de la salud mental en la atención primaria de la salud.

Su calidez y la profunda empatía que ponía en juego en la comprensión del otro, y no solo desde el lugar de entenderlo, hicieronque valorara en ese campo de encuentro lo dinámico y transformador. Uno de sus trabajos, titulado “Humildad poética en la clínica psicoanalítica”, comienza con estas palabras del poeta Juan Gelman: “La poesía habla al ser humano no como ser hecho sino por hacer… Le descubre espacios interiores que ignoraba tener y que por eso no tenía. Va a la realidad y le devuelve otra”. No es casual que Vicente haya acudido a la poesía y a la literatura para que viniera en nuestro auxilio. Lector exquisito, ávido, se podía hablar con el de autores, de novelas, de poesía, de política, de recuerdos. 

Formador de analistas, analista comprometido, acompañó la labor clínica de sus colegas y discípulos desde su concepción del trabajodel clínico. Fue director del Instituto de Psicoanálisis Ángel Garma de 1983 a 1985 y socio fundador de la Sociedad Argentina de Psicoanálisis –SAP– donde ocupó diferentes lugares de gestión, entre otros, el de director del Instituto de Formación. Su compromiso institucional fue una constante en su vida, siempre tejiendo con otros, armando red. Su labor docente no fue solo en la formación de analistas. Fue profesor titular del Departamento de Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires entre los años 1987 y 2004.

Había algo muy especial en el modo en que Vicente transmitía a las nuevas generaciones de analistas el trabajo clínico como una tarea entre dos nunca terminada de hacer. Decía: “El quehacer del psicoanalista es labor psíquica muy particular que puede denominarse ‘trabajo del clínico’, que tiene cercanías con los trabajos del sueño, del duelo y del chiste. Trabajo que paulatinamente se va aprendiendo a hacer, que se puede continuar aprendiendo y transformando toda la vida”.

Vicente afirmaba: “Es allí donde juega la dialéctica sujeto-subjetividad del analista en la integración de los ingredientes que se modulan en el campo dinámico. ‘Nada de lo humano nos puede ser ajeno’, aunque comprobemos de continuo la desproporción entre lo que sabemos y lo que intuimos”. Y nada de lo humano le era ajeno, tenía una forma peculiar de escuchar, de acompañar y de transformar lo que había.

En el año 2021 llegó a las librerías de Buenos Aires una hermosa novela de Delphine de Vigan que se llama Las gratitudes. Seguro que a Vicente le hubiese encantado y el libro hubiera formado parte de nuestras recomendaciones anuales en un café. Lo que sentimos quienes tuvimos el privilegio de tenerlo cerca en algún momento de nuestras vidas es una enorme gratitud. Y sabemos que su recuerdo nos va a acompañar siempre.

1 makarolb@gmail.com. Miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
2 graciela.woloski@gmail.com. Miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina.

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