HOMENAJE A MARÍA CRISTINA MELGAR

Marcela Bouteiller1

Con profunda tristeza despedimos a María Cristina Melgar. La recordaremos siempre de frente, sincera, firme en su camino transmitiendo su convicción por el psicoanálisis.

Su trayectoria en la vida deja vislumbrar su devenir. Hasta su entrada a la Facultad de Medicina, mostraba pasión por la música y el piano; es así como a los 15 años recibe el premio a la “revelación juvenil en el piano”. A través del tiempo busca integrar sus intereses por el arte y la música con su vocación por la medicina.Piensa que la cultura forma parte del análisis, así como el análisis hace a la cultura. “Sentir la libertad de pasear el análisis por toda la interioridad de la cultura”.

Se conecta con el mundo intelectual y cultural de Buenos Aires, cuna del psicoanálisis, siendo en ese aspecto digna heredera de nuestros pioneros. 

Tempranamente, comienza a interesarse por el Arte Psicótico. El primer acercamiento lo hace estando en Paris, en el Hospital Sainte Anne, donde asiste a la proyección de una película en el servicio de Jean Delay, referida a la colección de arte de los psicóticos de H. Prinzhorn. “Prinzhorn cambió la óptica, ya que el arte de los psicóticos dejó de ser tema de la psiquiatría para pasar a ser un tema de la cultura”.

A su regreso a la Argentina trabaja en el Hospital Borda en el servicio del Dr. Ramón Melgar con enfermos crónicos y luego ejerce la jefatura de consultorios externos. Al mismo tiempo colaboró en el taller de libre expresión dirigido por su esposo, el Dr. Eugenio López de Gomara, en dicho hospital. Investigan en arte psicótico aportando al tema ideas novedosas. 

Debido a los acontecimientos políticos del país deja el hospital. Ya en nuestra casa, la Asociación Psicoanalítica Argentina, asiste al Instituto de Psicoanálisis y se analiza con Celes Cárcamo. Sus supervisores son David Liberman, Mauricio Abadi y luego Willy y Made Baranger. 

Dentro de las funciones que desarrolló en APA se destacó la coordinación del Departamento de Psicosis desde 1983 hasta 1986 junto a Edgardo Rolla y Enrique Zemborain y luego junto a Roberto Doria Medina Eguía.

Cristina consideraba importante documentar y publicar lo producido en una actividad, jornada o symposium. Es así como, siendo coordinadora de la Comisión de Cultura de APA durante la presidencia de Fidias Cesio, publicó: Psicoanálisis en la cultura (1994), Psicoanálisis y literatura. La cocina de la creación (1995), Barroco. Neobarroco (1995) y Arte y locura (1996).

En 1993 fue directora de la Revista EOS, revista de arte y psicoanálisis que tuvo tres publicaciones.

Junto a Willy Baranger comenzó a estudiar temas relativos al enamoramiento, el amor, y la pasión. “Pensábamos que, si bien no hay una fórmula metapsicológica totalmente satisfactoria que esclarezca sus peculiares semejanzas y contrastes, ese ímpetu secreto que arrebata la vida afectiva y que es más hondo que la razón sigue conservando un lugar importante en el psicoanálisis”. Cuando fallece Willy continúa junto a Madé. Finalmente, siendo fiel a su idea de publicar, deja testimonio de su trabajo en el libro Amor, enamoramiento y pasión (1997).

Otras publicaciones producto de su vasta experiencia fueron: Pasión y creatividad, Imágenes de la locura y Arte y locura. Los libros Psicoanálisis y arte y Lo nuevo. Lucien Freud fueron publicados en el marco de un grupo de estudio de investigación de arte que coordinó durante años.

Quiero destacar que Cristina hasta último momento mostró entusiasmo, dedicación y compromiso en sus proyectos. Siempre sobre su escritorio se encontraba un manuscrito donde plasmaba sus ideas para una futura publicación. 

En sus múltiples actividades internacionales asistió activamente a congresos internacionales. Fue convocada por Harold Blum a la inauguración del Primer Congreso de Arte y Psicoanálisis en Florencia. Participó en un panel en el Salón del Cinquecento en el Palazzo Vecchio.

Como analista Cristina conducía al analizado por una experiencia de investigación y descubrimiento, con una escucha empática, en el marco de un encuadre con interpretaciones hechas en lenguaje claro dirigido al inconsciente. En 2006 es merecedora del Premio Konex en Psicoanálisis.

Comparto las palabras de cierre que nos deja Cristina en la entrevista que le hace Mirta Goldstein en 2018: “Es importante que los psicoanalistas lean, que sean cultos, curiosos, que les interese todo lo que pasa, esa curiosidad que siempre busca algo más en aquello que se presenta concretamente. Que lean me parece fundamental, novelas, ensayos, historia. Hace al proceso interno del analista.”.

Como mensaje final quiero decir que Cristina transmitía, sin decirlo, que la vida hay que vivirla, escucharla, disfrutarla, seducirla….

Patricia O´Donnell2

A unos pocos meses de la partida de Cristina me gustaría recordarla desde su lugar destacado como psicoanalista en el ámbito cultural de Buenos Aires. La cultura fue central en sus elecciones e intereses a lo largo de toda su vida. 

Entre sus logros e inmenso trabajo, quiero homenajear el sentido, alcance y desarrollo con que dirigió la Comisión de Cultura de APA, de 1993 a 1996: Centró su objetivo en la investigación psicoanalítica de las artes plásticas, la arquitectura, la literatura y la música. Y retomó el interés de Freud por los temas culturales que lo llevaron a importantes descubrimientos psicoanalíticos. Con ella, se incorporaron por primera vez como asesores destacadas personalidades del mundo artístico e intelectual, dando un giro interdisciplinario a la Comisión a su cargo.

Cristina impulsó un gran despliegue de producción, importantísimas y numerosas actividades interdisciplinarias que se llevaron a cabo en relevantes instituciones culturales. Surgieron grupos de investigación y varias publicaciones. Entre ellas:  Psicoanálisis en la cultura; Arte y locura; Psicoanálisis y literatura; La cocina de la creación; Barroco. Neobarroco. También creó y dirigió la Revista EOS, revista argentina de ate y psicoanálisis, que incluyó aportes de autores internacionales.

Junto con su marido, Eugenio López de Gomara, fueron los pioneros en la Argentina en investigar y teorizar sobre el arte de los psicóticos.

Cristina tenía una concepción propia del psicoanálisis del arte, no como aplicación, sino como experiencia estética, y destacó su importancia en otorgar un campo privilegiado de investigación psicoanalítica.

Su casa fue escenario de estupendas reuniones compartiendo a sus queridos amigos, figuras relevantes en el ambiente intelectual, cultural y social, entre ellos: Nilda Guglielmi, Guillermo Jaim Etcheverry, Nelly Perazzo y tantos más. Recuerdos inolvidables, incentivos para seguir pensando y creando.

Nos dejó el legado vivo de su impronta imborrable en el quehacer psicoanalítico y cultural de Buenos Aires. Su empuje sigue siendo una fuerza para pensar el psicoanálisis: siempre insistió “somos psicoanalistas”. Y también un aporte fundamental y mutuo a la interdisciplina. 

Supo despertar la curiosidad, el deseo de conocimiento y de saber, el gusto y sorpresa que desata el descubrimiento del inconsciente, al provocar un impacto que otorga placer a nuestra profesión, como también, puede llegar a influir en la creatividad práctica de la vida cotidiana.

La gran dedicación y amor por su trabajo hasta el final de su vida fue una pasión contagiosa y estimulante: su saber vivir, el refinamiento de espíritu, la generosidad y la chispa son características que la destacaron y que hicieron de Cristina una persona original, creativa, admirada y muy querida por los que tuvimos el privilegio de conocerla y estar a su lado.

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1 marcelabouteiller@gmail.com, Miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
2 odonnellpatricia@yahoo.com.ar, Miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina.

Descriptores: HOMENAJE / OBITUARIO