EL CUERPO EN EL PSICOANÁLISIS DE HOY
Isabel Eckell, Editorial Letra Viva, 2023, 124 pp.
Elsa Aisemberg escribe en el prólogo de este libro: “Es con gran entusiasmo y placer que he recorrido sus páginas, ya que se trata de un texto fascinante, donde Isabel Eckell de Muscio, a la manera de Joyce Mc Dougall en Teatros del cuerpo, nos obsequia una serie de magníficos historiales clínicos, sostenidos por valiosos modelos teóricos que dan cuenta de su praxis”.Transcribo estas palabras porque considero que expresan muy adecuadamente la esencia de esta obra.
La lectura del texto, clara y elegantemente escrito, tiene como tema central la presencia de enfermedades del cuerpo en pacientes con escasa percepción de sufrimiento psíquico y con dificultades para instalarse en un tratamiento psicoanalítico clásico.
A lo largo de sus páginas, la autora nos invita a revisitar conceptos significativos del psicoanálisis contemporáneo, sólidamente engarzados en el corpus teórico freudiano, que contribuyen a pensar la enfermedad somática iluminada desde diferentes e interesantes perspectivas. Este recorrido incluirá las ideas sobre trauma temprano, trauma puro, tramitación somática de los duelos, campo psicoanalítico, funcionamiento neurótico y no neurótico, encuadre interno, reacciones aniversario, trabajo de contratransferencia y muchos otros que el lector irá descubriendo en los diferentes capítulos.
Me atrajo especialmente la modalidad en que Isabel Eckell presenta su material clínico. A través de su relato acompañamos a la autora trabajando en su consulta. Nos proporciona un retrato vívido de sus pacientes, nos habla de sus dificultades, expone sus intervenciones, nos participa de los afectos presentes en el campo, no duda en hablar de su contratransferencia y de su trabajo de contratransferencia.
En el capítulo 1, centrado en un paciente inanalizable desde el punto de vista de los cánones clásicos, nos muestra cómo un encuadre flexible, que incluye llamadas telefónicas y visitas, donde la analista realmente “pone el cuerpo”, permite la instalación en el curso del tratamiento de un proceso analítico.
El capítulo 2 está dedicado a la tramitación somática del duelo en una paciente con cáncer de mama, quien, a partir del análisis logra pasar de una “memoria sin recuerdo” a una “memoria historizante”.
En el capítulo 3, Marina inicia su análisis con una demanda psiconeurótica siendo las vicisitudes del proceso las que evidenciaran situaciones traumáticas del orden de lo transgeneracional.
El capítulo 4, “Destinos del trauma”, la autora hace una interesante discriminación entre trauma sexual y trauma temprano. Y nos participa de una situación dramática de una paciente con pronóstico de muerte donde se juega lo que acertadamente llama “elaboración del tránsito”, incluyendo las dificultades contratransferenciales a elaborar.
El capítulo 5 está dedicado al “Enigma de las reacciones aniversario”, atractivo tema que la autora aborda en profundidad y con ejemplos clínicos.
Los capítulos 6, 7 y 8 son muy interesantes porque están referidos a diferentes momentos del proceso analítico de una misma paciente. El capítulo 6 está centrado en la instalación de esta paciente con un duelo temprano, el 7, “Del duelo temprano a la intimidad sexual” a un momento de mejoría del funcionamiento neurótico y el capítulo 8, “Despertar tardío del deseo maternal”, claramente dentro del terreno de las neurosis. Me impresionó como un excelente ejemplo de los niveles de cambio psíquico que se pueden lograr en un tratamiento psicoanalítico, a partir de un comienzo que exige un trabajo de instalación, la mejoría del funcionamiento psíquico de la paciente al cabo de un tiempo y el consecuente análisis de la problemática neurótica vinculada a la sexualidad femenina y al deseo maternal.
Por último en el capítulo 9, “La instalación de la transferencia de dos pacientes en tiempo de pandemia”, la autora hace un valioso aporte vinculado a una situación que todos hemos vivido con la reciente pandemia. Me refiero a la incorporación del tratamiento psicoanalítico a distancia, que nos ha llevado a repensar algunos aspectos de la técnica psicoanalítica.
A lo largo de estas páginas descubrimos en Isabel Eckell a una analista inteligente, sensible, empática, comprometida y creativa frente a las dificultades inherentes a la cura. Destaco también el excelente trabajo de contratransferencia que le permite ir construyendo una historización en los “huecos no historizables” carentes de representación de los pacientes con funcionamiento a predominio no neurótico.
Recomiendo su lectura a todos aquellos que estén interesados en la clínica y la técnica del psicoanálisis contemporáneo y en el tratamiento psicoanalítico de las enfermedades somáticas.