EDITORIAL

Este número 3-4 del volumen LXXIX de la Revista, titulado Repensando la cura psicoanalítica, convoca a los autores a profundizar sobre este tema fundamental en tanto alude al compromiso ético y al valor terapéutico del psicoanálisis. El 60.ºSymposium/50.º Congreso de APA de este año lleva por título La cura en psicoanálisis. Trama y sentido. Dada la centralidad del tema y la relevancia de las problemáticas que el psicoanálisis está desafiado a poder abordar en la clínica contemporánea, el Comité Editor de la Revista ha querido dedicar este número especial para homenajear el 80.º cumpleaños de la Asociación Psicoanalítica Argentina.

¿Qué se entiende por cura en psicoanálisis?

¿Qué es lo que puede definirse como “cura” en psicoanálisis? No es una pregunta abstracta, para precisar terminologías entre colegas o diversos esquemas referenciales; es una pregunta legítima que explícita o tácitamente debemos responder a nuestros consultantes: “El psicoanálisis, ¿me puede curar?”, “¿De qué manera el psicoanálisis me puede ayudar?”. La pregunta debe ser respondida en el presente, no solo porque de poder hacerlo depende el futuro del psicoanálisis mismo sino, más importante aún, la vida de nuestros pacientes.

Obviamente el psicoanálisis nació como un proyecto de cura: de aquella locura histérica y, en cierto modo, del mandato cultural de reprimir la sexualidad. Freud comenzó intentando curar los síntomas neuróticos que entendió como expresión afectiva de la sexualidad reprimida.

Recién a partir de allí se fueron constituyendo otras líneas del psicoanálisis: el psicoanálisis como investigación acerca del psiquismo, como teoría sobre el modo de conformación del aparato psíquico. También es una investigación acerca de la cultura. Pero, sin duda, el fundamental compromiso de Freud y de los autores post freudianos fue el de proveer herramientas conceptuales, clínicas, técnicas, para disminuir el padecimiento psíquico humano.

En el recorrido de su obra Freud plantea en primer lugar la teoría de la seducción: en términos actuales, los abusos sufridos por las histéricas, las más de las veces por parte de un padre seductor, eran la causa de sus síntomas neuróticos. El recuerdo de tales acontecimientos traumáticos permitiría curar esos trastornos.

Luego, en la carta a Fliess del 21 de septiembre de 1897, cuando Freud sentencia que ya no cree más en su neurótica (no en sus neuróticas, sino en su teoría de las neurosis), se opera un salto epistemológico en la teoría, dado que se introduce la fantasía como la vivencia escenificada y recordada de un deseo inconsciente, más allá de que ocurriera o no efectivamente. Eso restituyó el valor de la realidad psíquica en el padecimiento neurótico. De ahí el ingreso al mundo de los sueños, y su análisis como vía regia de acceso a lo inconsciente. La cura entendida como “hacer consciente lo inconsciente”. 

En 1920 Freud se topa con la autodestructividad, las oscuras tendencias masoquistas del Yo, la compulsión de repetición, la pulsión de muerte. “Cuando el análisis logra hacer trabajar el conflicto por medio de la transferencia y la interpretación, la tendencia hasta entonces dominante, la que colocaba a la destructividad en primer plano, puede invertirse en favor de Eros” (Green, 2014, p. 298). La cura consiste también entonces en tender lazos, reforzar la trama, promover la objetalización, la intrincación entre pulsiones de vida y muerte.

En 1923, en El Yo y el Ello, Freud habla de los vasallajes del Yo: al Ello, al Superyó y a la realidad exterior. La cultura penetra en el mundo psíquico. “Ventana a la realidad”, la denomina N. Marucco. Freud explicita en el Esquema del psicoanálisis de qué trata la cura. Dice que el analista tendrá que entrar junto al paciente en esa especie de “guerra civil” que está combatiendo,para auxiliar al Yo a enfrentarse a sus sometimientos. Aquímuestra algo importante: las pulsiones ardientes de las histéricas del primer tiempo, las pulsiones sosegadas de los sueños del segundo tiempo, hasta las pulsiones indómitas del Ello. La pulsión cobra para Freud un papel fundamental; pero ya no se trata solo de curar domeñándolas, sino de darles representación una posibilidad de simbolización que permita encauzar su poder explosivo. El malestar en la cultura, en 1930, plantea que el gran problema del hombre es no poder dominar a las pulsiones. La cura persigue el objetivo de disminuir el sufrimiento del síntoma, como expresión de estas tensiones entre la pulsión y los ingentes esfuerzos del Yo por domeñarla.

Otro paso más, en relación con el vasallaje frente al Superyó. Este Superyó es la encarnación en el aparato psíquico de lo que fue la voluntad y el deseo de los padres, de los miedos que provocaban los padres, desde la amenaza de pérdida de amor hasta la amenaza de aniquilación. Esto se revive en el campo del análisis en la escena transferencial, donde se actualiza esta problemática que tiene que ver tanto con el tema del amor y el desamor, como con la problemática del miedo. Freud introduce a partir de 1927 la problemática de la escisión del Yo ante el conflicto entre la exigencia de la pulsión y el veto de la realidad objetiva. Dos tendencias contrapuestas que coexisten sin estorbarse: una parte reconoce la amenaza de castración reprimiendo las pulsiones incestuosas, y otra parte desmiente aquello que en la expresión de Mannoni se enuncia como “Ya lo sé, pero aun así…”. En este punto la cura analítica transitaría el amplio corredor entre la posibilidad de adecuarse al juicio de realidad y la reivindicación de un “alegato por cierta anormalidad”, en términos de Joyce Mc Dougall, o de las “locuras privadas”, en términos de André Green.

Cabe señalar que lo que diferencia la cura psicoanalítica de otros métodos terapéuticos es que el proceso transcurrirá “en el discurrir de deseos que estructura la transferencia” (Marucco, 1999), en un “campo analítico” construido entre paciente y analista (Baranger, W. y M., 1969). Green lo explicita en El pensamiento clínico (2010): Es la transferencia la que fuerza al analista a entrar en el juego, metido como está en el proceso psicoanalítico por las proyecciones de que es objeto, ¿cómo lo lograría sin hacer participar su propia realidad psíquica?; lo cual no implica ‒aclara‒ la simetría de los protagonistas. “La pareja analizante-analista solo adquiere sentido gracias al espacio del encuadre, a su valor de espacio intermediario, campo de fenómenos transicionales” (Green, 2010, p. 320). Juan David Nasio, que escribió un libro titulado de manera elocuente ¡Sí! El psicoanálisis cur(Nasio, 2017), decía: “Lo que cura en el análisis es la relación repetida, regular, intensa, afectiva, esclarecedora entre un analista y su paciente”, y advierte que no hay ningún método que cure completamente y que cure a todo el mundo.

Lo que mencioné fueron apenas algunas referencias posibles acerca de qué se entiende por “cura” en relación con las neurosis. No podría desarrollar todas las áreas más allá de la neurosis en lasque el psicoanálisis ha mostrado eficacia terapéutica. Desde el modelo clásico propuesto por Freud hasta el presente, el psicoanálisis ha ido proveyendo herramientas conceptuales y clínicas específicas en el tratamiento de diversas patologías (pacientes límites, psicosis, perversiones, etc.), en distintos períodos de la vida de los sujetos (niños, adolescentes, adultos mayores), aplicado a conflictos inter subjetivos (pareja, familia, grupos) y encuadrado en distintos ámbitos de desempeño (consultorios, hospitales, trabajo de campo, etcétera). Más allá de los debates y polémicas en torno a la teoría de la cura, al intento de abjurar del modelo médico, a la imposibilidad de unificar criterios sobre curación, y la escasez o carencia de criterios objetivos de verificación de resultados, el psicoanálisis clínico siempre ha tenido presente el horizonte de aliviar el sufrimiento produciendo un cambio psíquico en el analizado. Yo agregaría que quizás ese cambio no sea de una vez y para siempre, dado que se trata de un equilibrio dinámico sometido a “los infortunios de la vida común”.

José Bleger, en un artículo publicado en la Revista en 1973, hace un detallado recorrido y una profunda reflexión sobre “Criterios de curación y objetivos del psicoanálisis”. El tema de la cura se ha tratado en 58 artículos de la Revista de Psicoanálisis a lo largo de su historiaEste número completo, Repensando la cura psicoanalítica, da cuenta de la necesidad de profundas reflexiones en sus diversos aspectos, considerados a lo largo de los distintostextos que lo componen.

Sobre este número

Este número pretende hacer un Homenaje a los 80 años de APA dando cuenta del Fervor psicoanalítico de este intenso y fértil recorrido institucional, a través de las palabras pronunciadas por la presidente de APA, Gabriela Goldstein, en el acto conmemorativo en la Biblioteca Nacional. 

En la sección Sobre la portada y el artista se incluye una semblanza de Marta Minujin, la internacionalmente laureada artista argentina que nos cedió como imagen de tapa su obra Conceptos entrelazados (2021); una de sus clásicas esculturas blandas fluorescentes multicolores, herederas de los trabajos con colchones, piezas participativas de gran tamaño realizadas a partir de la superposición de telas rellenas en formas orgánicas. Asimismo, tenemos el honor de contar con otras imágenes de obras de la artista como separadores de las distintas secciones.Realmente prestigia a la Revista, y a la APA en este especial cumpleaños, contar con un aporte tan significativo.

La sección La cura en psicoanálisis. Trama y sentido lleva el mismo título que el 60.º Symposium/50º Congreso de APA que tuvo lugar en noviembre de 2022. Los dos trabajos que integran este apartado fueron las ponencias presentadas en el Panel de Apertura por Leticia Glocer Fiorini y Carlos Basch. Ambas dieron lugar a un interesante debate cuyo espíritu esperamos pueda transmitirse también al lector de la Revista.

El objetivo terapéutico del psicoanálisis contempla como meta fundamental Abordar el dolor psíquico. De ahí que bajo esa consigna se hayan agrupado tres escritos que plantean las cuestiones del duelo somático, lo pre-psíquico que emerge en la situación analítica, y el resentimiento terminable e interminable. 

En la siguiente sección tres interesantes textos encaran desde distintas perspectivas la propuesta de continuar Repensando la cura psicoanalítica.

A veces los obstáculos o desafíos del proceso terapéutico imponen la necesidad de hallar nuevos recursos. Otras veces por dentro o por fuera del encuentro analítico surgen elementos de manera espontánea que, en virtud de la creatividad del analista pueden convertirse en recursos clínicos, o pueden capitalizarse como instrumentos al servicio de la cura. Bajo el título Recursos en la clínica presentamos dos valiosos textos que dan cuenta, de manera sólidamente argumentada y con fundamentos meta psicológicos y técnicos, de la utilización de los videojuegos y la música al servicio de la cura.

Nuestra práctica siempre está inmersa en las condiciones de su tiempo y su entorno cultural y social. La sección Contextos:Tiempos difíciles para la cura psicoanalítica nos aporta tresvaliosos textos en los que se problematiza la cura en psicoanálisis a partir de las improntas de la actualidad en la práctica clínica. También se alude al malestar en la cultura en tiempos de la pandemia de Covid-19 y de la guerra. Uno de ellos, de una colega ucraniana, da cuenta de las posibilidades y dificultades de trabajo analítico en las entrañas mismas de la guerra.

Por otra parte, nos honra publicar el trabajo ganador del Premio Miguel Ángel Rubinstein otorgado al mejor trabajo sobre el pensamiento de D. W. Winnicott. En esta ocasión se trata de un caso clínico que se encuadra perfectamente en la temática de la cura que inspira el número de la Revista que estamos presentando al lector.

Una vez más incluímos la sección permanente Joyas de la Biblioteca y Archivo Prof. Willy Baranger. Los colegas de la biblioteca siempre nos sorprenden con material valioso y vigente. En este caso bajo el título “Acerca de la curación. Concordancias hacen aportes enriquecedores y muy significativos para un tema del presente, a través de las joyas del pasado que atesora la biblioteca.

La tradicional sección Revista de libros nos permite estar actualizados sobre las novedades editoriales de nuestros colegas. Las cuidadas reseñas invitan a la lectura de cinco importantes libros recientemente publicados.

Por último, el momento del tributo a los colegas que se han ido. En la sección En memoria compartimos los homenajes a los nuestros, que permanecen a través de sus obras, perviven en nuestro recuerdo y dejan su huella en las páginas de la Revista.

Si el propósito de este número de la Revista se hubiera cumplido de algún modo, será el lector quien podrá seguir adelante con la tarea iniciada de continuar Repensando la cura psicoanalítica. El compromiso con el objetivo terapéutico del psicoanálisis es lo que da sentido y perspectiva de futuro a nuestra tarea, a la formación teórica que provee herramientas para la clínica, y a la posibilidad de debatir sobre nuestra práctica orientados a enfrentar sus desafíos. Reflexionar acerca de esto es el mejor homenaje que podemos ofrecer al espíritu pionero que impulsó el nacimiento de la institución psicoanalítica y mantiene su potencia creativa presente y futura.

Comité Editor de la Revista de Psicoanálisis
Directora
Alejandra Vertzner Marucco

BIBLIOGRAFÍA

Baranger, W. & Baranger, M. (1969). Problemas del campo psicoanalítico. Buenos Aires, Argentina: Kargieman.
Bleger, J. (1973). Criterios de curación y objetivos del psicoanálisis. Revista de PsicoanálisisXXX, 2,  317-342.
Freud, S. (1897) 1955. Carta a Fliess del 21 de septiembre de 1897. Cuatro cartas a Wilhelm Fliess. Revista de PsicoanálisisXII, 3, 404-414.
Freud, S. (1920). Más allá del principio de placer. En J. L. Etcheverry (Trad.), Obras Completas. (Vol. 18). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.
Freud, S. (1923). El Yo y el Ello. En J. L. Etcheverry (Trad.), Obras Completas. (Vol. 19). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.
Freud, S. (1927). Fetichismo. En J. L. Etcheverry (Trad.), Obras Completas. (Vol. 21). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.
Freud, S. (1930). El malestar en la cultura. En J. L. Etcheverry (Trad.), Obras Completas. (Vol. 21). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.
Green, A. (2010). El pensamiento clínico. Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.
Marucco, N. (1999). Cura analítica y transferencia. De la escisión a la desmentida. Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.
Nasio, J. D. (2017) 2018. ¡! El psicoanálisis cura. Buenos Aires, Argentina: Paidós.