Cuadernos de Psicoanálisis
Margarita E. Szlak Cederbojm
Ciudad de México, México, Vol. LIV, enero–junio 2021, 162 pp
Cuadernos de Psicoanálisis es el órgano oficial de la Asociación Psicoanalítica Mexicana A. C., revista de publicación semestral. Está organizada en varias secciones. Para este número de la revista, en la primera sección, artículos en relación con la pandemia (que en ese entonces fue de suma actualidad). La segunda sección refleja los resultados de lo que se produjo en la Reunión Anual Sigmund Freud de la Asociación Psicoanalítica Mexicana, en Guadalajara. Estos trabajos fueron leídos on line por distintos autores, incluyendo dilemas como Ética y psicoanálisis, La clínica con personas mayores y el llamado ghosting. La última sección está dedicada a Reseña de libros. Finaliza con el índice general en orden alfabético de los autores de Cuadernos de Psicoanálisis desde el año 2016 hasta el año 2020.
El eje sobre la pandemia está enmarcado por reflexiones acerca del psicoanálisis, esbozadas en los diferentes artículos. En los trabajos se hace referencia desde el psicoanálisis a las diferentes formas del trauma y la realidad exterior que todos globalmente atravesamos.
Noemí Reyes Polanco, en “La viralización de la Covid-19 y la infodemia. Realidad y desmentida”, propone desarrollar algunas ideas en torno al contenido y los efectos que esta pandemia tuvo en el psiquismo de la conducta, la acción y la realidad, y desde un ángulo teórico intenta formular algunas conclusiones. Sostiene que en la pandemia se han reflejado inevitablemente padecimientos en la economía mundial, además del empobrecimiento general del mercado laboral en México, situación que ha devastado a los jóvenes que se deberían integrar a la escena productiva. Estos jóvenes han sido la “generación del confinamiento”, confinamiento de 24 horas por 7 días a la semana, situación que ha generado agresividad y violencia familiar. Este aislamiento social ha detonado además una serie de alteraciones en la vida mental de la población en general.
Este tema se entrelaza con el trabajo de Félix Velazco en su escrito “El futuro de la psicología dinámica en la post-pandemia. Algunas reflexiones”. Expone que la pandemia ha manifestado también diferencias entre las instituciones de gobierno de casi todo el mundo y la fragilidad y lo efímero de la existencia del ser humano. Ambos hablan de la infodemia y Velazco justamente dice que la información sobre el tema pandemia ha sido tan abundante, repetitiva, exagerada y tendenciosa que fue llamada así aun por la OMS. Esta infodemia con frecuencia proporciona noticias falsas, sin rigor científico. El tema a considerar seriamente es la post-pandemia y el regreso a la nueva realidad con el auge de las vacunas, como tema central actual del discurso colectivo. Llama la atención el aumento de suicidios de la población más joven. En México, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (Inegi), hasta 2017 la tasa de suicidios es de 5,2 por cada 100 mil habitantes; la causa de muerte en menores de 15 años aumentó un 97%, cifras estas alarmantes. La tecnología en la práctica de la psicoterapia durante la pandemia ha desempeñado un papel crucial en la vida cotidiana de los pacientes y de los profesionales en confinamiento. Las películas y las series han alcanzado una gran popularidad.
Lo virtual ha sido el medio principal para la comunicación en cualquiera de sus plataformas, y se siguen realizando sesiones de psicoterapia, entrevistas de primera vez, comunicaciones por videollamadas con pacientes de todas las edades.
En el medio latinoamericano, R. Carlino publicó en 2010 un completo libro sobre Psicoanálisis a distancia. J. S. Scharff, en 2014, publicó un artículo sobre el mismo tema señalando las ventajas y desventajas del mismo. Los encuadres y los nuevos ambientes terapéuticos han sido fundamentales para el ejercicio de la práctica psicoanalítica.
A su vez, M. Szlak sugiere, en el artículo “Sexualidad, disfuncionales y Covid-19”, que habrá que trabajar sobre estos nuevos escenarios terapéuticos duales y virtuales donde se revaloriza el concepto clásico de resistencia y contra-resistencia. En opinión de F. Velazco y M. Szlakel, el cambio de setting ha traído una dificultad para identificar las resistencias. ¿Serán resistencias tecnológicas? Ambos autores trabajan en sus artículos tanto en la parte teórica como en la parte clínica. Parecería que se va hacia una revolución y re-conversión de la psicoterapia. Internet y las redes sociales han mostrado su doble cara en esta pandemia; por un lado, su poder mundial de conexión que ha posibilitado conocer lo que ocurre en otros lugares del mundo en tiempo real, y por otro, están actualizando las noticias científicas y sus autoridades sanitarias. Hay una ruptura en los encuadres clásicos y los encuentros terapéuticos no presenciales y son el inicio de una nueva era. Una era que produce disfuncionalidades sexuales, como que subraya que esta pandemia ha provocado una necesidad de apego y de búsqueda de protección. La pandemia parece ser un terremoto global que nos sumergió en una crisis de una realidad distópica, nd eseable, que nos enfrenta a lo desconocido. La sexualidad y la Covid-19 produjeron una angustia que retrotrae a los miedos y fantasías arcaicas y desconectan con el deseo. Los pensamientos están inundados de “agua y lavandina” (expresión vertida por la autora, refiriendo en especial a la instrucción del uso del cloro-lavandina para higienizarse y evitar el contagio). La libido queda inhibida para que no aparezca lo mortífero, el contagio, la muerte. Hoy el horror al encuentro con el otro cuerpo produce un repliegue a una satisfacción solitaria por vía incluso de la pantalla. Hay un sinnúmero de síntomas y factores como depresión, alcohol, drogas, exceso de medicamentos, estrés, exceso de peso y más que originan la falta de energía y libido sexual. Al parecer, el aislamiento en cuarentena ha disparado una sexualidad que cada vez se cuestiona más y no importa a qué grupo primario pertenezca, así como también al grupo LGTB o QUEER (abarca una intersección de identidades, un individuo que se identifica a sí mismo como gay, lesbiana, bisexual, transgénero, etc.) en virtud de que el onanismo, el autoerotismo y la autorrealización están a la orden del día.
L. Mendoza Martínez, en “Del porqué de la guerra al porqué de la pandemia”, agrega que más allá de que el psicoanálisis es una teoría del funcionamiento de la mente, es ante todo un método de investigación de fenómenos psíquicos que surgen de la interacción de fenómenos sociales. La pandemia, según la autora, puede asemejarse a una guerra, en su dinámica y en sus consecuencias traumáticas.
Otro tema abordado en este número está planteado por C. Harrsh Bolado en “Intrincación pulsional y dolor de envejecer”. Comienza con una viñeta clínica donde plantea que el inevitable derrumbe del cuerpo en la vejez es motivo de un gran dolor y sufrimiento en algunos sujetos, ocasionando también síntomas. Los ciclos vitales son insoslayables, arremeten con sus avatares y aunque el sujeto esté preparado para enfrentarlos, la vejez y la muerte implican dolor y duelos. La interpretación psicoanalítica se enfoca hacia la hipótesis de que la pulsión de vida representada en las excitaciones desbordadas colapsa los procesos somáticos y psíquicos por efecto de la pulsión de muerte, que se cuela por la herida narcisista.
El apartado de la XXXIII Reunión Anual “Sigmund Freud” de la APM.
J. Vives Rocabert, en “Ética y psicoanálisis”, comenta su artículo. Menciona en este trabajo teórico que hay muchos autores que se han ocupado, como R. Wallerstein, de este tema de la ética y nombra a G. Klimovsky, S. Dupetit, P. Susman, H. Echegoyen, G. Stein, J. Puget, I. Garfinkel, H. Guarillglia, D. Suquier, R. Lander, E. Pérez Alarcón, etc. Dentro de la diversidad de opiniones vertidas por estos y otros colegas encontramos una seria preocupación común en torno al incremento de problemas éticos en la práctica psicoanalítica, como por ejemplo problemas de confidencialidad, problemas de calidad de servicio que atañen a las supervisiones y el control de los casos, confidencialidad con pacientes especiales, por ejemplo: con conductas antisociales o destructivas; también, como ejemplo posible, el autor menciona la politización de las ciencias sociales y la investigación psicológica. Además se pregunta sobre problemas éticos como: ¿hasta dónde se respeta el derecho del sujeto a su libertad y capacidad de decisión? Se advierte que más allá de las medidas punitivas que la institución psicoanalítica suele dictar, no se deben olvidar las bondades de la propia disciplina para apoyar a las personas que han tenido problemas éticos en el curso de su práctica analítica.
A. Vázquez Tenorio reflexiona alrededor de este mismo tema, o sea del tema ética y psicoanálisis, de la mano de algunos filósofos acerca de la opulencia cultural de nuestros tiempos y el actual desprecio por el pasado, con el retorno absurdo del apego al derecho de garantizar justicia en instituciones injustas. Resalta la función historizadora del psicoanálisis para trascender la inmediatez, posibilitar la reflexión y comprender las problemáticas.
T. Lartigue y M. C. Chardon abordaron algunos aspectos de la clínica psicoanalítica, donde además de reflexionar acerca de los conflictosy fantasías inconscientes sobre personas mayores, pudieron expresase las problemáticas relacionadas con el derrumbe del cuerpo, vínculos afectivos, proyecto ocupacional y lazos de amistad, así como también el tema del enfrentar la muerte. Hay una investigación como muestra entre personas de 60 a 80 años realizada en el marco de Extensión Universitaria en la Argentina.
Otro tema importante fue el relacionado con el h mencionado por diferentes colegas, entre ellos A. López del Castillo Esperanza, S. Guindi y M. Matouk Iriondo. Cada una de las autoras trabaja el concepto con su impronta particular, unas desde la clínica y otras desde la teoría.
La palabra ghosting proviene de ghost, que significa fantasma. El ghosting es un término empleado para referirse a la interrupción abrupta de todo contacto con otro individuo (hacerse el fantasma); dicha experiencia remite a lo traumático de la ausencia, remite a lo primario; el ghosting plasma la fantasía del ghosteador, de la compulsión a la repetición de su huella traumática, y esta actitud pertenece no tanto al orden de lo neurótico sino a lo pre-verbal. Es bastante común verlo en adolescentes. Es diferente para cada sujeto. De ahí el impacto que provoca en una u otra persona, tanto el que ghostea como el que es ghosteado.
I. R. Aladio del Rivero también toma este tema del ghosting y trata de hacer un punteo entre cuestiones sociales y el psicoanálisis. Implementa conceptos de Z. Bauman que nos ayudan a establecer un puente reflexivo con el psicoanálisis, ya que el fenómeno de la liquidez o solidez tiene que ver con la estabilidad de las ligazones de los procesos de identificación con los miembros de una masa.
En la Sección Reseña de libros y/o Comentarios, C. Villoro, directora de publicaciones de la Asociacion Psicoanalitica de Guadalajara, comenta el libro Género y psicoanálisis. Contribuciones contemporáneas, compilado por T. Lartigue y O. Varela, 2020, México, Architectum, Cowap IPA, APG y APM, cuya presentación se realizó en el año 2021 en la sede misma de Guadalajara. Comenta que el libro extiende la mirada sobre lo social, lo femenino material, el cuidado de los otros, y advierte, como dice J. Kristeva, que las mujeres “regresen a la maternidad”, pero una maternidad diferente que sea la llave del cambio social para crear una atmósfera más civilizada y democrática en las relaciones humanas.
Al final de esta edición J. P. Escuen Torres elabora un índice general de autores de Cuadernos de Psicoanálisis desde el año 2016 al 2020, que permite encontrar autores, temas, año de publicación y cantidad de páginas de cada número.