à REVISTA DE LA ASOCIACIÓN PSICOANALÍTICA DE ASUNCIÓN
PANDEMIA: aislamiento – angustia – incertidumbre – destrucción
PSICOANÁLISIS: reflexión – solidaridad – esperanza – amor
N.° 1 – Año 2021. Versión digital. 60 pp.
La revista ã de la Asociación Psicoanalítica de Asunción APdeA
Este primer número de la revista fue escrito y editado durante el período de plena pandemia. En líneas generales, se aprecia el esfuerzo de los autores por explorar el territorio de esta situación nueva, desconocida. El equipo editor hace referencia al significado de la palabra alma, psyché (Ayvu – ã en idioma guaraní); a la fundación e inauguración de la revista y al agradecimiento a los siete pioneros: María Adela Cristaldo, Mario Torres, Andrés Troche, Malena Vázquez, Yolanda Cubells, Manuel Fresco y Miriam Jacobson. Los autores basan sus trabajos en S. Freud y en la escuela inglesa (W. Bion, M. Klein¸ D. Meltzer, D. Winnicott), en la escuela francesa (A. Green, C. y S. Botella), en la escuela psicosomática de París (P. Marty), en la escuela argentina (D. Liberman, E. Pichon-Rivière, entre otros), y en la literatura paraguaya. Se incluyen trabajos en relación con la lengua originaria y la elección del nombre de la revista. En general, son trabajos con el acento puesto en la situación socio-cultural de ese momento, y también en la clínica. Algunos de ellos, en particular con mayor preocupación por el adulto mayor y la sociedad, en unión con los afectos, especialmente el desamparo y la soledad. Otros trabajos expresan las reacciones del analista con el paciente ante esta nueva emergencia, y en la contención más que en la interpretación. También se incluye la entrevista a uno de los pioneros de ApdeA. El contenido de la revista está separado en secciones.
En el principio…
O. Sostoa, en “El nombre de la Revista”, se refiere al significado de la palabra alma desde los orígenes de la lengua escrita otorgada por los jesuitas, debido a que hasta ese momento el lenguaje se transmitía solo por vía oral. Por otra parte, destaca los contenidos de la palabra alma desde distintos autores de la literatura paraguaya. Destaca que el guaraní es un idioma cultural, sería un equivalente del latín de Sudamérica.
Siguiendo este eje, G. Gómez Centurión: “Pensamiento guaraní. ¿Cómo se manifiesta el alma humana y en qué lugar del cuerpo está ubicada?” realiza un homenaje al nombre de la Revista y a su lengua originaria. Inicia su texto con la definición y ubicación del alma en el cuerpo según la visión guaraní. Define: el ayvu, la palabra, es la principal prueba de la existencia del alma. Añade que los distintos lugares en que estaría ubicada el alma o espíritu son nombres de partes del interior del cuerpo, unidas a la cabeza, denominada en guaraní akã. Complementa mencionando que para el guaraní hablante apytu’ũ significa ubicación de la memoria y del pensamiento. Esto se revela en frases traducidas como: “siempre te tengo en mi memoria”, “te llevo guardado/a en mi pensamiento”.
Coloquios
R. Seifart realiza un informe: “Psicoanálisis para la comunidad. Ciclo de encuentros online”. Frente a la emergencia, en plena pandemia, la Asociación organizó un ciclo mensual denominado “Hablemos”, abierto a la comunidad, de ocho encuentros en total, vía Zoom, donde abarcaron diferentes temas propuestos a través de encuestas. Destaca que el objetivo principal fue ofrecer a los padres, docentes y cuidadores en general, un espacio de intercambio y de comunicación para ayudar a tramitar lo que estaba ocurriendo en aquel momento, así como también difundir el psicoanálisis y la importancia del cuidado de la salud mental.
G. Peroni aporta “Acerca del hablar en tiempos de pandemia”. La autora plantea que, así como en el desarrollo evolutivo del individuo, a través del vínculo con el objeto que brinda protección y amor, se genera la barrera de protección antiestímulo. Piensa que lo importante es haber desarrollado un narcicismo que le permita al sujeto tolerar frustraciones, penas, incertidumbres y hacer uso de sus recursos internos, así como de la creatividad para transformar el medio. Concluye que la salud consiste en haber podido introyectar un espacio mental de bienestar, “realidad interna”, al que podrá recurrir el individuo cada vez que lo necesite,sin quedar atrapado, sino “abriéndose a la multideterminación de realidades culturales y sociopolíticas, manteniendo las aduanas entre ambos registros” (Psicoanálisis del siglo 21. M. Viñar, 2020).
J. Galeano continúa con “Cuidar al otro, cuidar la vida. Reflexiones en tiempo de pandemia”. Comienza su escrito con el significado del: cuidar/ser cuidado en la cultura indígena paraguaya, sobre la reciprocidad, con la palabra JOPOI, que significa “manos abiertas”, “ayudarse mutuamente”. En otros términos, alude a la reciprocidad. Cita “Celebración de la amistad”, de J. J. Galeano (2013), en referencia a cómo cuidar al otro, cuidar la vida: conocer que tenemos llaves-refugios psíquicos en los otros y, recíprocamente, que abren el diálogo, la escucha y el cuidado de la vida en todas sus dimensiones, para rescatar la subjetividad de los seres humanos en ese entretejido entre lo interpersonal y lo comunitario.
M. Jacobson, siguiendo este eje, nos presenta “Hablemos de tercera edad y pandemia. Entre riesgos, temores y esperanza”. Piensa acerca del grupo etario de mayor riesgo, los abuelos. Dice que tiene en claro la importancia de las aproximaciones afectivas, solidarias, pero que la hiperactividad no deja tiempo para vivenciarlas y expresarlas. También se refiere a la ambivalencia que se produce en plena pandemia, en cuanto a estar o no cerca del otro, que pasa de ser un aliado con quien nos identificamos empáticamente a estar separado, por ser una posible fuente de contagio mortal. Tenemos la posibilidad forzada de experimentar una nueva fraternidad. Estar solo, a la vez estar conectado con la comunidad, es la forma más elevada de libertad solidaria.
S. Barba hace un recorrido “De lo viejo… a lo vintage. Del confinamiento… al recogimiento y acogimiento”. Describe las vivencias en pandemia en relación con el adulto mayor, a quien se le debe admiración y gratitud por el legado histórico y afectivo que influye y afluye en cada integrante de la sociedad. Agrega que en este período de la vida deberían estar resguardados para quedar protegidos. Escoge algunas ideas para significar la valoración del adulto mayor como una pieza de gran valor y cuidado, haciendo alusión a la transformación de lo viejo… a lo vintage. Piensa que se necesita cobijar, cuidarnos para cuidar, recoger y acoger. Lograr usar la arte-sanía para, como arte-sanos, crear un estado mental de recogimiento y acogimiento durante el aislamiento, que implica una mayor conciencia y voluntad para cuidarse y cuidar.
Diálogos
R. Seifart presenta “Entrevista a Mario Torres”, psicoanalista didacta de Paraguay, uno de los pioneros de ApdeA. En el transcurso de la entrevista M. Torres comenta los inicios de la Asociación, conformada por siete colegas que deciden estudiar y formarse en psicoanálisis. Para esto, en el principio se contactaron con Nasim Yampey, psicoanalista coterráneo, que había migrado a Buenos Aires para formarse en APA. Pasaron varios años y viajes, tanto de Nasim a Paraguay, como de M. Torres y el grupo a la Argentina. En ese transcurso se vivieron importantes cambios en la política de Paraguay, hasta que en uno de sus viajes Nasim es detenido en la frontera y no le permiten más el ingreso a Paraguay. Pasaron muchos años de mutualidad de viajes de Buenos Aires a Asunción y viceversa, por parte de diferentes analistas didactas tanto de APA como de APdeBA que colaboraron en la formación, análisis y docencia de los integrantes del grupo; culminaron en la organización y logro de la actual Asociación.
Perspectivas
S. Arbiser, en “Desamparo y crianza”, relaciona el desamparo con la crianza, según el esquema psicosocial de E. Pichon-Rivière. En referencia al desvalimiento del ser humano, piensa que la “característica diferencial” es que obliga a una extensión temporal de la crianza, sin dejar de reconocer que para los humanos, y en atención a la reversibilidad, la vivencia de desamparo puede surgir en cualquier momento de la vida. Define “crianza”, con referencia al período inicial de la vida que cuida el proceso de aprendizaje, para aprehender la realidad y poder interactuar en ella. Propone centrar la atención en la diferencia cualitativa entre la realidad natural y la realidad humana; en tanto esta última constituye ese hábitat “construido” que nos obliga a una prolongada e incierta crianza para alcanzar cierta viabilidad y alguna forma de adaptación. El “aprendizaje” –en términos amplios– constituye el eje gravitacional de la crianza. De acuerdo con este esquema de interacción, desarrolla la propuesta psicopatológica pichoneana de “adaptación a la realidad”, y concluye siguiendo este esquema referencial que los tratamientos psicoanalíticos, en última instancia, tienden a compensar, desobstruir y reencausar el permanente aprendizaje de la realidad. En términos clásicos psicoanalíticos, actuaría sobre las “series complementarias” que abarca la crianza.
M. Jacobson realiza “Una mirada psicoanalítica al cuerpo. Desde las histéricas de Freud a las patologías actuales y los trastornos psicosomáticos”. Efectúa un recorrido de los casos clínicos desde Freud hasta las problemáticas actuales. Se refiere a los malestares de la cultura actual. De acuerdo con su experiencia clínica, propone que la práctica continuará afianzándose con los pacientes de hoy, que nos mueven de la zona de confort. La posmodernidad nos impulsa a pensar la clínica a la luz de nuevos acontecimientos; a través de la investigación se hace posible el intercambio de ideas, la posibilidad de pensar distinto, promover la creatividad.
M. Bedoya aporta su texto “Construyendo y deconstruyendo en la clínica de lo destructivo. Sacudidas a mi mundo interno”. A través de la clínica comunica sus ideas acerca del sufrimiento y del dolor, tanto del paciente como del analista. En relación con el paciente, se refiere a los núcleos destructivos, psicóticos, agujeros negros de la mente, de lo imperceptible a toda la personalidad. En relación con elanalista, considera importante deconstruir y construir teorías, adecuar la técnica, el encuadre, de acuerdo con las necesidades primarias, tanto del paciente como del analista. Ejemplifica con una viñeta de un paciente con diagnóstico de psicosis. La analista señala, acerca de ese primer encuentro, el impacto emocional que sintió en relación con los aspectos negativos, destructivos, del paciente, y su contratransferencia de muerte. Destaca la importancia del análisis personal en estos casos, para analizar y metabolizar las angustias primitivas del paciente y del analista. Por otra parte, describe las adaptaciones del encuadre y la técnica para poder continuar trabajando con el paciente.
M. Bedoya y J. Galeano piensan “El amor: El encuentro con otro”. Sostienen que el amor es parte de una experiencia emocional que posibilita la apertura a los diferentes tipos de vínculos: con otro, con uno mismo, el conocimiento y el mundo. De la misma forma, se podría inferir que los déficit de amar traerán limitaciones significativas en la capacidad de consolidar vínculos genuinos de intimidad y la posibilidad de crear. Una posible respuesta es la capacidad de sentir amor que proviene del contacto con nuestros objetos, y el mundo interno, escenario donde se generan los significados. Acuerdan con la teoría kleiniana en que hay un mundo interno en el que prevalece la fantasía inconsciente, y que las relaciones de objeto son el centro de la vida emocional. Los autores concluyen que el amor se construye en un vínculo temprano con un objeto continente, capaz de alojar nuestras angustias, de recibirlas en su propio espacio continente. Experiencia que, internalizada, se utilizará para vincularse con los otros y el mundo, reconociendo las diferencias, la incertidumbre, entre dependencia y libertad.
O. Sostoa expone “La épica de la vida humana. El actual ‘malestar en la cultura’ y sus efectos de desbordes en la psiquis”. Plantea la relación de la cultura posmoderna de acuerdo con los designios del marketing y los medios de comunicación de masas. Piensa que un “Superyó cultural” estaría instaurando una nueva ideología, una cultura hedonista-narcisista. Observa que, a nivel psicopatológico, el psiquismo se perturba en lo alucinatorio, la actuación y las psicosomatizaciones (Green). Propone que, unidos a la labor psicoanalítica, la sociedad necesita renovar los relatos filosóficos y científicos sustentados en principios que permitan procesar una nueva épica de la vida humana, sin guerras, con la vigencia plena de los valores universales de la humanidad.
R. Carlino escribe acerca de “Las ‘circunstancias’ como protagonista”. Describe la transformación de la vida cotidiana ante la amenaza de la vida en plena pandemia. Añade que las “circunstancias” siempre tuvieron su rol, pero que en esta pandemia se viven momentos en los que la idea de “antes” y “ahora” aparece varias veces por día, como contrastes. El autor señala frente a las nuevas “circunstancias” los avances y modificaciones: en el encuadre, el cyberanálisis, hasta el momento cuestionado por algunos; la comunicación e intercambio entre colegas; la producción científica tanto a nivel nacional como internacional de las instituciones psicoanalíticas y de las diferentes disciplinas en general, entre otras.